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“En EE.UU. habrían pagado cinco veces más por separar a gemelas”

El letrado José Antonio Rodríguez Peregrina. / EFE

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

El caso de las gemelas grancanarias separadas al nacer en 1973 (se intercambió a una de ellas por otra niña) ya es un hito judicial en España cuya trascendencia ha traspasado fronteras. El abogado José Antonio Rodríguez Peregrina, que ha obtenido un total aproximado de un millón y medio de euros en indemnizaciones para las dos familias afectadas (acaba de ganar el segundo pleito al respecto), atiende a DIARIO DE AVISOS.

-¿Por qué resulta tan relevante el caso desde una perspectiva jurídica?

“Son las primeras sentencias que se dictan en España por un caso de estas características. En realidad han sido dos procedimientos, pero en la última sentencia el juez se ha basado en la primera para darnos la razón”.

-¿Es cierto que hay interés en otros países por este asunto?

“La científica estadounidenses Nancy Seagal ha escrito el libro Indivisible by two. Lives of extraordinary twins tras visitar Gran Canaria y entrevistarse con las afectadas, conmigo… El interés de esta profesional californiana radica básicamente en los efectos del caso sobre la afectividad de las hermanas. Espera traducir pronto el libro al castellano”.

-Aunque ha obtenido, aproximadamente, un millón y medio de euros en indemnizaciones (unos 900.000 euros para la familia de las gemelas y 400.000 ahora para la segunda familia, más intereses), ¿entiende que nuestro ordenamiento jurídico prevé adecuadamente estas situaciones?

“No, en absoluto. En temas de evaluación del daño moral que debe ser resarcido estamos a años luz de otros países. En EE.UU. habrían pagado cinco veces más por un caso en que separan a dos hermanas al nacer”.

-¿Le han llegado casos similares tras la publicidad recibida?

“Exactamente igual no, pero sí parecidos. Ahora mismo estudiamos temas de niños robados, pero todos en fase prejudicial. También de niños fallecidos al nacer por supuestas negligencias médicas. En general, son difíciles de probar”.

-¿Cómo se encuentran en la actualidad los implicados?

“Por mucho que la indemnización sea cuantiosa, le puedo decir que los padres de la segunda familia siguen muy afectados, especialmente la madre”.

-¿Sabe si las gemelas mantienen contacto entre sí?

“Sin entrar en temas particulares, hay que tener en cuenta que se han reencontrado cuando ya eran mayores de edad. Cada una ha seguido con su vida”.

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De la incubadora al centro comercial

Las gemelas que en 1973 fueron separadas por error al nacer en un hospital de Las Palmas compartieron incubadora con otra niña con la que después se cambió a una de ellas, que creció así con la que no era su hermana, incluso compartieron tratamiento médico, porque las tres nacieron con ictericia.

Esa casualidad y un cúmulo de negligencias que se cometieron en el Hospital el Pino de Las Palmas de Gran Canaria, donde sus madres dieron a luz a los tres bebés, así como las distintas circunstancias en las que crecieron, impidieron que se conocieran hasta 28 años después, cuando una dependienta de un centro comercial de Las Palmas de Gran Canaria que conocía a una de las gemelas se dirigió a la otra pensando que era su clienta.

Tanto las gemelas como su madre, así como la niña que fue separada de sus verdaderos progenitores, fueron indemnizadas con un total de 900.000 euros en 2009 por los daños morales sufridos, que ahora también se han compensado en una nueva sentencia a los padres que criaron a la niña que fue separada de su hermana con 440.000 euros.

El abogado que ha llevado los dos casos, José Luis Rodríguez Peregrina, relata el sufrimiento que ha generado en ambas familias este hecho, pues están bastante traumatizadas y afectadas psicológicamente, por lo que las relaciones entre ellas “no son fluidas ni normales”, sobre todo en el caso de la gemela que fue separada de su hermana y creció sola.

Por si fuera poco, los padres que criaron a la gemela separada tuvieron que pasar por el sufrimiento propio de que su hija, que luego se sabría que no era biológica, tuvo que ser tratada por una leucemia, lo que les obligó a vender su casa y e incluso organizar una colecta para afrontar su tratamiento.

Pese a todo, los seis afectados no están arrepentidos de conocer su verdadera identidad, también como consecuencia de una casualidad.

Comprando en Las Arenas

En 2001, una de las gemelas fue a comprar al centro comercial de Las Arenas y la dependienta que la atendió, que conocía a su hermana, se extrañó por su reacción y al entender lo sucedido, procuró un encuentro entre ambas para que se conocieran.

Esto les llevo posteriormente a hacerse unas pruebas biológicas que certificaron su consanguinidad. Hasta entonces, los únicos momentos que habían compartido fueron los de la incubadora del hospital.

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