JOSÉ L. CONDE | Arona
Juan Carlos Magdalena cumple este año sus bodas de plata al frente del restaurante El Cine, ubicado cerca del muelle de Los Cristianos. Han sido muchos años atendiendo a clientes, muchos de ellos muy conocidos como los actores Imanol Arias y Juan Echanove, o el propio Felipe González, quienes han probado sus menús. Pero sobre todo la importancia radica en los clientes anónimos, aquellos que cada día por razones de trabajo, visitan su establecimientos, o los turistas, nacionales y extranjeros, que cada vez que transitan por este núcleo turístico consideran una visita obligada a este establecimiento.
Nacido en La Gomera, Magdalena llegó hace más de 25 años a Los Cristianos donde empezó trabajando en hoteles y en otros negocios hasta que vio la oportunidad de crear este negocio de restauración, ubicado donde antes se encontraba el cine y, por esta razón, le puso este nombre.
Desde entonces, las ensaladas de tomate y cebolla, cultivadas en el Sur de la isla, y los productos del mar, bien sean pulpos, calamares, atunes, o sardinas, componen los ingredientes de la carta. Magdalena dice que hoy llega a servir hasta 350 menús diarios con unos precios más que razonables.
Su filosofía de vida se basa en el agradecimiento al cliente que cada día pisa su establecimientos, que no llega a superar los 20 metros cuadrados. Dice que abre las puertas de su negocio con el concepto de servicio público y para atender a la gran familia en que se ha convertido el restaurante El Cine.
En la cocina está apoyado por su mujer, a la cual dice que le debe todo, y una decena de empleados, que atienden un negocio que abre todos los días de la semana y con un horario continuo, desde las 11.30 horas a las 23.00 horas. Magdalena sentencia que “para saber dónde vas, debes saber de dónde vienes”. Y recuerda los años difíciles cuando su negocio abría a las 5 de mañana para vender bocadillos de sardinas y de lomo. Con el paso de los años ha ido adaptándose a los tiempos. El secreto del éxito se comprueba en la cola de personas que, día a día, esperan una mesa para degustar un menú sencillo y a precios razonables.