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La gran mentira sobre el paro en la construcción: “Reinventar la actividad, especialmente la residencial”

Por José Ana Pérez Labajos

En la crisis económica que estamos padeciendo, se ha dirigido la mayor responsabilidad hacia el sector de la construcción, demonizándose el mismo hasta límites inverosímiles totalmente contrarios a la racionalidad y a la realidad.

La verdad se va abriendo paso, día a día, ante el conocimiento público de los experimentos de ingeniería económica realizados por las entidades bancarias a costa de productos hipotecarios que para mas inri fueron concedidos en un porcentaje muy elevado, a un tipo de cliente, fuera del perfil necesario. Actualmente gran parte de las administraciones públicas, que vetaron a nuestro sector, van reconociendo que la salida de la crisis tiene que ser a través del mismo.

Con las actuales medidas del Gobierno se puede estar mas de acuerdo o menos de acuerdo. En lo que todos los especialistas o instituciones autorizadas, están de acuerdo es en que no creará ni un sólo puesto de trabajo, de momento, aunque sirva de base para consolidar el futuro. Este año seguirá aumentando el paro.

La clave de la cuestión, desde esta iniciativa, está en el saneamiento bancario; cualquier empresario o ciudadano sensato, está de acuerdo en la necesidad del saneamiento de nuestro sistema financiero, no obstante, si el mismo se quiere realizar en un estrecho margen de tiempo, únicamente las grandes entidades podrán provisionar, el resto dependerá de ayuda estatal o de fusiones – que también llevan aparejada ayuda estatal – esto supondría para el sector de la construcción unos años de larga paralización. Las nuevas exigencias, de presión sobre los bancos por parte del Banco de España, posiblemente dan lugar en que si antes las Entidades financieras en gran parte no querían, ahora es, que ni siquiera pueden.

Por otro lado, aquí y ahora, existe una demanda de viviendas en los centros de áreas metropolitanas; lo que no existe es financiación, ni para el empresario ni para el comprador.
Por lo anterior parece lógico pensar, que habría que darle salida a la actividad en nuestro sector, combinando saneamientos bancarios, con la puesta en marcha de la construcción de viviendas y locales de negocio en las áreas mencionadas anteriormente.

Reflexionemos, que de los cinco millones trescientos mil parados, dos millones aproximadamente de puestos directos o indirectos pertenece a nuestro sector. Es necesario centrarse en la realidad, ya que una reconversión de nuestro sector productivo no se puede realizar de la noche a la mañana. Hay que contar con lo que tenemos, reinventándonos a nosotros mismos mediante la INNOVACION y todo tipo de iniciativas imaginativas.

En conclusión pedimos, que se efectúe el saneamiento bancario, en lo que se refiere a sus activos inmobiliarios, paralelamente a un inicio de una actividad residencial sostenible, mediante mecanismos de INNOVACIÓN. Incluso la Administración debe de modelar, el Código Técnico de la Edificación, mediante nuevas exigencias legislativas, planteadas desde la INNOVACIÓN, incorporando la tecnología del SIGLO XXI.

Actualmente, las medidas renovadoras del Gobierno, no han llegado al sector de la construcción residencial. Sin la puesta en marcha del mismo, por su efecto multiplicador de los puestos de trabajo, no se puede salir de la crisis: una vez mas, en una de las partes del problema, está la solución

Leopoldo Abadía: «Los banqueros tienen toda la culpa de la crisis»
En su último libro, recomienda no firmar nada si no se entiende con exactitud todo lo que te explican y rechazar aquello que tu familia no pueda asimilar con tus propias palabras

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Leopoldo Abadía es un chaval de 75 años, 12 hijos y 40 nietos y ex profesor del IESE, que asegura no saber nada de economía pero que ha puesto en claro la mejor explicación en castellano sobre la crisis subprime.
A partir de ahí, para su sorpresa, miles de personas de todo el mundo consultan diariamente su blog
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El ingeniero industrial Leopoldo Abadía, autor del bestseller «La crisis ninja», una explicación divulgativa sobre la crisis mundial, aconseja: «nunca te fíes de una persona que no aguanta la repregunta», en una entrevista con Efe.

Convencido de que «los banqueros tienen la culpa de toda la crisis», Abadía recomienda no firmar nada si no se entiende con exactitud todo lo que te explican y rechazar aquello que tu familia no pueda asimilar con tus propias palabras.

Aunque insiste en que él no es economista, este zaragozano de 78 años se atreve ahora con la obra «Como funciona la economía para Dummies» (Ed. Planeta), en la que explica los grandes conceptos económicos con lenguaje claro y los relaciona con la vida cotidiana, para una mejor comprensión de los hechos.

«Esta obra es consecuencia de haber puesto en limpio toda mi “sabiduría” de los últimos cuatro años de trabajo, tras haber dado cerca de seiscientas conferencias y haber participado en multitud de entrevistas», puntualiza Abadía sobre su quinta obra de los últimos tres años.

Jubilado, padre de 12 hijos, abuelo de 43 nietos y encantado con su actual actividad, reconoce que sus vástagos le han enseñado a dar importancia a lo realmente importante, «como que una casa ha de ser lo suficiente limpia como para ser higiénica, pero lo suficiente sucia como para ser confortable» y a aprender economía a marchas forzadas.

Abadía subraya que, como concepto de vida, siempre fue partidario de marcar unas normas amplias en su hogar, «a partir de las cuales, cada uno hacía lo que quería».

Este miembro del Opus Dei, que ya de soltero soñaba con tener familia numerosa en contraste con su condición de hijo único, incluso antes de pertenecer a la Obra, confiesa: «mi crisis económica me ha durado 48 años, desde 1958 hasta el 2007, en que aboné el último recibo de la Universidad de mis hijos».

Abadía recuerda: «los 1.830 recibos que pagué de colegios me supusieron pedir muchos créditos, que luego refinanciaba con otros créditos, hasta que nos “desapalancamos” y los pudimos pagar».

«Actualmente, todos los Estados están endeudados, porque pagan un crédito con otro crédito, pero tarde o temprano los tendrán que amortizar, como hemos hecho todas las familias», reflexiona Abadía, partidario de la dación en pago y con la hipoteca de su casa ya amortizada, porque ya es «muy mayor».

Sobre la crisis española, Abadía opina: «estamos en el camino correcto, aunque aún hay que atravesar un duro trecho, porque el Estado, al igual que hace una familia cuando se le ha ido la mano, deberá bajar el gasto y subir los ingresos, lo que implicará subir los impuestos».

Partidario de una reforma financiera para que llegue dinero a las empresas, «que son quienes generarán empleo», no quiere hacer leña del árbol caído contra Jose Luis Rodríguez Zapatero, que según él «hizo lo que pudo».

Sobre Mariano Rajoy, asegura: «parece serio, porque ha sabido dominar a su partido y está cogiendo el toro por los cuernos», pero prohíbe a todos los políticos decir que la culpa es de los anteriores, «porque así llegaríamos hasta Franco».

Con sus doce hijos ya independizados, Leopoldo Abadía comienza ahora una nueva etapa familiar y abre las puertas de su hogar barcelonés a su primer nieto estudiante universitario, «el primer residente del Colegio Mayor que acabo de inaugurar», bromea.