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La lotería cambió su rumbo

La afición, uno de los principales activos del Punta Brava. / DONELIA PÉREZ

LUIS DE LA CRUZ | Santa Cruz de Tenerife

“Ese es nuestro número, nos hemos sacado la lotería”. El número de la Lotería Nacional, al que estaba abonado el Punta Brava, fue el afortunado con el primer premio. Un buen puñado de euros inundaron el populoso barrio portuense y otros muchos se fueron de la Isla, porque contaba con númerosos abonados en Gran Canaria.

Algunos décimos -nunca se supo cuántos- quedaron en el club. Eso hizo posible que la escuadra presidida por Cosme Yanes se marcara mayores metas.

Su principal objetivo fue la temporada pasada fichar a Marcos Ledesma. Lo tenían todo atado, pero posiblemente cuando los Ledesma alcanzaban El Pico Viejo, rumbo al Puerto de la Cruz recibieron una llamada de Alfredo Rodríguez, presidente del Victoria. Dieron media vuelta y renovaron por la escuadra victoriera. Esto minó, por momentos, la ilusión de Cosme Yanes y del resto de compañeros de junta del equipo norteño. A punto, estuvieron de quedarse en la división de bronce o como máximo alcanzar la Segunda Categoría.

Después de varios días de incertidumbre volvieron a la carga con la idea de la Primera Categoría y apostaron por Añaterve Abreu. Hasta el momento, el orotavense era un luchador irregular que no tuvo fortuna en los anteriores equipos. Su vida cambió de manera radical e Ignacio Ramos lo convirtió en una verdadera máquina de matar.

En el ejercicio anterior tuvieron a mano el título de la Liga Cabildo de Tenerife de Primera Categoría y éste se les escapó por los pelos. Marcos Ledesma tiró, en el último suspiro -faltaban seis segundos-, a Añaterve Abreu.

Siguieron confiando en su suerte y sobre todo en la unidad de la plantilla para alcanzar la gran final de la Liga Gobierno de Canarias de Primera Categoría. S enfrentaron ante el Tijarafe y en un campo totalmente abarrotado.

Al final, miembros de la Federación y los tres árbitros se hicieron un lío para resolver el desempate. En realidad esa luchada tuvo que repetirse, pero todo se quedó en agua de borrajas y el Tijarafe Lavandería Mara revalidó el título de la Liga Gobierno de Canarias de la máxima categoría.

Mucha ilusión

Tuvieron, de nuevo este año, la Liga en su mano. Durante varias jornadas ocuparon la primera plaza pero varias derrotas consecutivas y los hizo bajar varias posiciones en la tabla clasificatoria. No bajaron nunca la guardia y confiaron siempre en sus posibilidades.

Al final, gracias a la ayudita del Tegueste, disputarán el próximo 14 de abril una luchada de desempate por el título ante el Victoria.

El Punta Brava, en la competición regular, fue mucho mejor que el Victoria y le ganó las dos luchadas seguidas.

Añaterve Abreu le tiene cogida la medida a Álvaro Déniz. Sabe cómo atacarlo y cómo frenarlo en el momento de las acometidas de su rival. De todas maneras, a un solo encuentro todo es posible.

Ignacio Ramos durante estos días y hasta que llegue el momento de la final trabaja todos los asuntos referentes a la motivación de su puntal A. Su segunda meta es que Aña no cometa errores infantiles durante el proceso de la luchada, que siempre terminan por pasarle factura. La ayuda del resto luchadores es clave para que el Punta Brava pueda lograr el objetivo. En ese sentido, la media es muy consistente con Fran Rodríguez del Toro y Aitor Gutiérrez como referentes.

Jonathan Estévez es otro de los luchadores que marca diferencias en el Punta Brava.