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La mona, una costumbre para los días de la Pascua

La actriz Marilyn Monroe ha revivido estos días en su versión más dulce, ya que el pastelero Lluís Muixí, de Balaguer (Lleida), ha elegido su figura para elaborar una de sus monas de Pascua. Muixí ha reproducido a la actriz a tamaño natural, de manera que la mona mide 1,70 metros y pesa unos 70 kilos. / DA

M. I. | Santa Cruz de Tenerife

Todas las regiones españolas tienen costumbres culinarias propias, muchas de las cuales se vinculan a efemérides religiosas, como sucede en estos días con las monas de Pascua, que si bien es costumbre de las zonas aragonesa, valenciana, catalana, castellanomanchega y de ciertas zonas de Murcia, ya se ha extendido a todo el país e incluso las dulcerías canarias las ofrecen en estos días.

La degustación de esta torta simboliza que la Cuaresma y sus abstinencias se han acabado. En la islas Baleares y en Cataluña se consume casi solamente el día de Pascua.

La costumbre de regalarla y comerla es muy antigua, ya que aparece documentada en el siglo XV, aunque su primitiva elaboración era diferente de la que se conoce ahora.

Antiguamente, la mona era una torta de pan circular, pero que también podía tener diferentes formas: un cordero, una gallina, una luna, un barco, un molino…, pero desde hace años se acostumbra a valorar el huevo de chocolate.

La tradición dice que la mona se regala por el padrino al ahijado el Domingo de Pascua. Aunque la costumbre señala que el dulce se obsequia hasta que el ahijado celebra la primera comunión, pero ésta no se cumple normalmente y el padrino suele seguirla hasta en la adolescencia, aunque en esa etapa también en algunas regiones incluye un regalo económico para el joven o la joven.

En otros países, también existen las versiones propias para estas festividades, como el pan de Pascua que se hace en Chile, cuya receta es una de las variantes que hay por el mundo, pero siempre con los componentes fundamentales de harina, azúcar y huevo, con el añadido de otros productos como frutas escarchadas y otros sabores al gusto o costumbre, como el anís o incluso el ron.

El nombre al parecer proviene del árabe máwna y se llamaba así habitualmente a un regalo que se hacía a alguien de superior tango.

En muchos lugares se elaboran espectaculares monas de chocolate, y en un buen número de poblaciones de Cataluña y del Levante español, las pastelerías compiten para realizar y exhibir en sus escaparates la escultura de chocolate más asombrosa., que puede ser una maqueta de un edificio o una figura de un personaje popular, e incluso un conjunto de tartas con figuras de chocolate o guirlache, que de todo hay en estos días de Semana Santa.