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Las obras…al borde del abismo

La carretera entre Los Llanos y el puerto bagañete. | J.R. (ACFI )

Eugenia Paiz | Santa Cruz de La Palma

La aprobación de los Presupuestos Generales del Estado por parte de la mayoría absoluta del partido en el Gobierno (PP), han supuesto para La Palma un revés económico sin precedentes en lo que a obras públicas se refiere, con un impacto directo en la economía insular de 50 millones de euros que en los próximos meses comenzará a evidenciarse, augura el sector empresarial y los mandatarios públicos insulares, en el crecimiento del paro y en un aumento de los expedientes de regulación de empleo. Afectará principalmente a empresas palmeras que en los últimos años, aun en el marco de la asfixiante crisis, han sobrevivido gracias a adjudicaciones, y que este año ya no cuentan con financiación.

La pérdida es cuantiosa también para iniciativas proyectadas -algunas desde hace décadas- que no se habían acometido en el marco de un plan de prioridades muy criticado por el Partido Popular, pero justificadas por el grupo de Gobierno en el Cabildo para atender otras urgencias en materia de infraestructuras. Entre estas figuraban para este año la puesta en uso de la emblemática Fuente Santa, como foco de atracción para el mercado turístico europeo, el Salinario de Breña Baja, o la construcción del Centro de Visitantes en el Roque de Los Muchachos. Más allá de estas importantes actuaciones públicas, en el recorte de la financiación estatal figuran tres obras “potencialmente importantes” y “prioritarias”, tal y como han destacado desde el grupo de Gobierno en el Cabildo su presidenta, la nacionalista Guadalupe González Taño, y el consejero de Infraestructuras, el socialista Jorge González.

Sin ficha económica

La Palma se queda exenta de fondos para actuaciones adjudicadas, algunas hasta cinco años atrás, con fichas económicas muy significativas. Destaca la de la carretera del Norte, prácticamente parada desde hace dos meses e iniciada hace casi un lustro, y desde hace meses a la espera de 22 millones de euros de inversión que ya no se sustanciarán, al menos en un horizonte a medio plazo.

Le sigue la ambiciosa intervención en la carretera del Sur, iniciada tras la riada que se produjo en el invierno de 2009, meses después del devastador incendio que asoló los municipios de Villa de Mazo y Fuencaliente. Este proyecto, inicialmente presupuestado en 59 millones de euros y que el año pasado contó con una partida de 3,8 millones, también desaparece del mapa de financiación estatal.

Algunas de estas actuaciones fueron solicitadas durante décadas por los alcaldes

La tercera gran obra adjudicada y afectada por los recortes impuestos en el marco de la crisis, dejará sin continuidad de la carretera LP-2 Los Llanos-Tazacorte de acceso al Puerto, la última de las obras contratadas en La Palma en el convenio de carreteras Canarias-Estado y presupuestada en 20,9 millones de euros de los que sólo se asignó el pasado año 2011 una partida de 95.000 euros que está prácticamente agotada, tras lo cual la obra quedará paralizada. Reconducir la situación no parece fácil.

El mapa geográfico y económico de las obras sin financiación en La Palma afecta a tres comarcas de la Isla y a tres grandes uniones temporales de empresas, con un número de trabajadores que las constructoras prefieren no revelar en su convicción de que “debemos respetar los acuerdos alcanzados con la administración”. Si bien los responsables al frente de las obras callan, algunos de los trabajadores no pueden ocultar la incertidumbre laboral a la que se enfrentan, después de enterarse del recorte económico que sufrirán esos proyectos, tema que supuso un arduo debate en el último pleno del Cabildo entre el grupo de Gobierno y los populares, después de que estos últimos pidieran que fueran las arcas insulares y regionales las que dotaran de ficha económica estas actuaciones.

Viario perimetral

Una de las obras objeto de este estéril debate, por lo que a la consecución de objetivos se refiere, fue el acondicionamiento del tramo entre San Andrés y Sauces y Cruz Castillo, adjudicada con el argumento de que su ejecución resultaba “imprescindible” para mejorar el eje viario perimetral de La Palma, entre Santa Cruz y Puntagorda. La misma obra, en el Norte, conecta los municipios de San Andrés y Sauces, Barlovento y Garafía. La falta de financiación supone un revés para trabajadores, empresarios, vecinos y tres corporaciones locales, a las que no les queda más remedio que esperar los resultados de una negociación entre el Ejecutivo canario y el Estado, que se presupone ya resuelta en detrimento de los intereses de la isla de La Palma por el argumento inamovible de la crisis y la persecución de la rebaja del déficit.

El proyecto de la carretera del Norte incluye, aunque ya parece más que dudosa su ejecución, la variante de Barlovento, demandada para dar respuesta a las necesidades del planeamiento municipal y evitar que el tráfico general atraviese el casco urbano. También se ve afectado el tramo hasta el popular barrio de Gallegos. La pérdida de la financiación para esta carretera, demanda durante décadas por los municipios del Norte de la Isla, no permitirá completar ese anillo insular de comunicación que vecinos, grupos políticos y empresarios defienden como el camino para el recuperación de un censo de población que se ha ido mermando durante los últimos veinte años y que ha convertido a Garafía en un municipio con una preocupante pirámide inversa de población. Las mejoras de la comunicación constituían su puerta al desarrollo.