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Mantener los pozos “vivos”, una necesidad ante la sequía

La agricultura de secano va a sufrir las consecuencias de la falta de lluvias. / DA

DAVID SANZ | Santa Cruz de La Palma

Los encuentros mantenidos con el Consejo Insular de Aguas ha dejado al sector agrícola con cierta “tranquilidad” ante la situación de sequía y la próxima llegada del verano. No obstante, los agricultores han planteado una serie de cuestiones que deberán abordarse próximamente para hacer frente a situaciones similares o caso de que la sequía se prolongue más de lo previsto.

Una de las cuestiones que abordarán en una comisión de trabajo que se va a crear para el seguimiento de la sequía es la necesidad y la fórmula para mantener los pozos “vivos”, según informó el presidente de la Asociación Palmera de Agricultores y Ganaderos (ASPA), Miguel Martín, quien explicó que se trata de una medida necesaria para cuando haga falta el agua de estas infraestructuras no tengan un elevado coste.

Lo cierto es que las comunidades que mantienen operativos sus pozos tiene un coste elevado al año, que estiman entre los 25.000 y los 30.000 euros al año. De ahí o bien no se mantienen, o bien, en el caso de que haga esa falta esa agua para regar, se vendería a “precio de oro” a los agricultores. Por ello, se han comprometido a buscar una medida que permita mantener los pozos vivos necesarios para casos de sequía, sin que ello supunga un sobrecoste para los propietarios ni para quienes compren agua.

Inversiones

Ante el hecho de que se pueda alargar en el tiempo la remodelación del embalse de La Laguna de Barlovento debido a los recortes económicos, también plantearán una serie de medidas como la de mejorar el canal que conduce al Valle de Aridane. Y es que la presa rota todavía tiene la capacidad para albergar unos 350.000 metros cúbicos de agua, una cifra nada despreciable, comparable a la de otros embalses como el de Bediesta.

Para Miguel Martín, la mejora del sistema de riego en la comarca que comprende las Breñas y Mazo es también una acción imprescindible, dado que, a su juicio, “seguimos regando con el sistema de dulas, propio del siglo XIX”.

Por último, los agricultores demandan que las diferentes administraciones lleguen a un acuerdo para que no se frenen las obras de carácter hidráulico que se ejecutan en la Isla.