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Marruecos da un salto en la lista mundial de productores de crudo

Imagen de archivo de una plataforma para la extracción de petróleo. / DA

D. N. M. | Santa Cruz de Tenerife

Marruecos se ha posicionado en el mapa mundial como un escenario atractivo para los inversores del petróleo. Ese interés se debe en parte al impacto positivo de la ley de hidrocarburos aprobada en febrero del año 2000.

Como dato ilustrativo, la aportación global al sector en el periodo 1999-2008 rondó los diecinueve mil millones de dirhams (1.705 millones de euros). Un informe del Ministerio de Energía y Minas detalla que entre 2008 y 2012 estaba previsto perforar 79 pozos de exploración o desarrollo (en Canarias serían dos en la fase de investigación).

Según la información oficial, en 1999 operaban en Marruecos ocho empresas petrolíferas. La cifra se incrementó hasta las veintinueve en 2008, cuando las reservas comprobadas (cantidad estimada) fueron de 836.000 barriles. En los tres años siguientes eran cien millones, con un salto del 11.861,72%. En cuanto a la producción, 2011 registró más de cuatro mil barriles al día. Marruecos ocupaba entonces el puesto número 96 entre los productores mundiales de petróleo.

Si en 1999 se concedieron cinco permisos, en 2008 se otorgaron 110 para una superficie de 196.386 kilómetros cuadrados (el 41%, en aguas del país vecino). Por el contrario, en el Archipiélago se habla de 6.100 kilómetros cuadrados.

A la política de incentivos se unen una geología favorable y unas condiciones estratégicas “altamente favorables”. Estas características se han traducido en una afluencia de compañías extranjeras “sin precedentes”. La actividad industrial del petróleo incluye las autorizaciones para el reconocimiento de 128.183 kilómetros cuadrados.

El programa de acción marroquí se sustenta en una serie de reformas liberalizadoras que redundan en unos mayores márgenes de beneficios para las empresas de distribución. También se han suspendido algunos derechos de aduana con el objetivo de ampliar la importación de productos terminados.

A 50 kilómetros de las Islas, en Tarfaya, se encuentra una importante fuente de petróleo. Marruecos concedió a finales de 2011, ocho licencias a una corporación australiana para la explotación frente a esas costas. Antes, en 2009, se conoció la existencia de pizarra bituminosa, rocas con material orgánico suficiente para generar petróleo. Por esas fechas, el semanario El Temps publicó un cálculo de 53 millones de barriles en una extensión de 6.000 kilómetros cuadrados.

Más cerca de Lanzarote y Fuerteventura, Marruecos comparte con España una hipotética bolsa en la que, “de momento”, los técnicos de la nación africana no han hallado evidencias de oro negro. Al menos así se lo trasladó la semana pasada el rey Mohamed VI al presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero.

El pasado mes de marzo, el ministro José Manuel Soria declaró que Marruecos ya estaba realizando prospecciones en esa zona, “en el borde de la mediana imaginaria” entre los dos estados.

“Si se descubre petróleo”, comentó Soria, “hay dos opciones, que lo saquen todo ellos o que lo hagan España y Marruecos”. Su homólogo, Abdelkade Amara, ha manifestado que los sondeos son un asunto “muy difícil de abordar si no se llega a un acuerdo”.