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Más allá del silencio

BELÉN RODRÍGUEZ (EFE) | Santa Cruz de Tenerife

El ruido de las cadenas que arrastran en sus pies los cofrades, el intenso olor a incienso o el tintineo de las campanillas bajo las que yace el Cristo difunto le quitan el protagonismo al silencio que impera en la procesión del silencio de la Semana Santa de La Laguna, la más antigua de Canarias.

Con más de medio centenar de años de antigüedad, este paso, único en España, emociona cada año a muchos de los cofrades que lo siguen, al tiempo que seduce a los turistas, que cambian el sol y la playa por los cirios y el rebatir de los regatones (los palos que sujetan los cofrades).

La ausencia de aplausos o exclamaciones al paso de las imágenes son algunos de los síntomas que hacen única a esta procesión, en la que 21 hermandades de hábito penitenciario, lo que supone unos 1.000 cofrades, acompañan a la imagen de Cristo muerto hacia su sepultura, explica en una entrevista a Efe el secretario de la Junta de Hermandades y Cofradías de La Laguna Pedro López.

Se trata de una procesión sensorial, explica López, pues los comercios, hogares y el alumbrado público de las calles que recorre este paso se apagan durante más de una hora -tiempo que dura la procesión- y la atención se centra en el pausado ritmo de los pasos de los cofrades y en los tenues puntos de luz que proyectan los cirios, velas y farolillos.

Esta falta de luz ha generado algunas anécdotas durante todos estos años, como la caída de alguno de ellos al tropezarse con otro de los cofrades, rememora López.

A parte de esta iluminación aislada, portada por los cofrades, también hay una luz tenue que alumbra la cara de Cristo y da la sensación de que está flotando en la oscuridad.

El Ayuntamiento de La Laguna colabora con esta oscuridad apagando las más de 60 farolas que hay a lo largo de la calle Carrera, en la plaza del Adelantado y en la calle Santo Domingo, donde finaliza el paso en el interior de su iglesia.

Este trayecto es el camino de Cristo a su sepultura, explica el secretario de la Junta de Hermandades y Cofradías, quien recuerda que en el siglo XVII la cofradía de La Misericordia, la que organiza este paso, realizaba un acto donde se daba sepultura al difunto.

La procesión del silencio se celebrará mañana a partir de las 21.30 horas de la noche, momento a partir del cual se apagarán las luces de La Laguna para dar comienzo a la procesión más silenciosa y solemne de esta ciudad