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“Muchas personas no acuden a los servicios sociales por vergüenza”

Asun Frías es concejal de Sí se puede. / FRAN PALLERO

NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife

“Veníamos del infierno”, asegura la concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz Asun Frías, cuando se refiere a la situación de Asuntos Sociales en la capital. Frías, miembro de la comisión técnica que ha organizado el concejal del área, José Manuel Arocha, para mejorar las actuaciones en Servicios Sociales, cree que con el trabajo que se está haciendo “estamos en el buen camino, lento porque es complicado y, ciertamente, hay muchas cuestiones que mejorar”.

Una de ellas es la acogida a los Servicios Sociales.“Sabemos que hay mucha gente que ha ido al IMAS y el propio bedel el que le ha dado una respuesta, en lo que es la puerta de entrada, y eso hay que cambiarlo”. La concejal de Sí se puede coincide con el delegado del área en que el planteamiento anterior “estaba muy asociado al clientelismo. “El concejal por los barrios repartiendo pizzas era algo muy personalizado y poco técnico, muy asistencial; solo dar pero no con un trabajo de promoción detrás”.

Frías defiende que es necesario que haya trabajadores sociales en la calle, “porque hay gente que está en una situación de exclusión social tan grande, que ni siquiera tienen la información, la fuerza, o están tan sumidos en el caos que ni siquiera van a los Servicios Sociales o si van una vez no vuelven con los papeles que les piden”.

La edil asegura que la mejor forma de evitar estas situaciones es la prevención, “que los Servicios Sociales salgan a la calle, trabajando más en red”. Pone como ejemplo lo se está haciendo con las personas sin hogar, “se ha implicado a otras ONG y ahora solo hay una puerta de entrada que es el albergue para que después se pueda derivar a otros recursos. Hay mucho por hacer y no nos duelen prendas en destacar la labor del concejal”.

Frías no duda en afirmar que muchas de las situaciones que se dan en la ciudad obedecen a que existe una bolsa de pobreza oculta. “Hay familias, que por su propia desestructuración desconocen las ayudas que pueden recibir pero también existe otro perfil que ha surgido con la crisis que es la de las personas que no acuden a los servicios sociales por verguenza”.

Frías señala que “nosotros conocemos casos de gente que toda la vida ha vivido bien, que ahora está casi sin recursos, y están casi pasando hambre, pero que les da vergüenza ir a los Servicios Sociales o ir a Cáritas, gente que está viviendo gracias al apoyo de familiares y amigos”. La solución, dice Frías, pasa por “hacer mucho más trabajo en la calle, que no tenga que ser el ciudadano quien vaya al Ayuntamiento sino éste el que salga a la ciudad, a los barrios y ahí se va descubriendo muchos casos de este tipo”.