Si el pasado mes de febrero fueron los opositores exitosos (ASP) los que ganaron el contencioso administrativo a la Consejería de Educación, que sentenciaba a ésta a resarcir económicamente a los afectados por los nombramientos de interinos del 2009, el pasado mes marzo fue la Consejería de Educación la que hizo público el informe de la OCDE sobre el diagnóstico educativo de Canarias, el cual refleja el estupor de los redactores cuando comprobaron que el profesorado con mejores resultados en las pruebas selectivas resulta relegado por otros sin tan buenas credenciales.

El citado diagnóstico encomienda a la administración educativa a enfatizar la formación y la capacidad del profesorado como una de las principales medidas para implementar la calidad educativa en nuestras aulas. Ayer, era el Diputado del Común el que anunciaba que va a abrir una investigación sobre las múltiples denuncias que sobre la violación del principio de igualdad en los nombramientos de interinos tiene en su institución desde hace años.

Mañana serán los opositores exitosos de los procedimientos selectivos del 2010 los que denunciarán los nombramientos de interinos para el próximo curso escolar.

Mientras tanto, interinos añosos y añejos siguen defendiendo su incapacidad opositora a través de ilegales decretos que la administración firma con centrales sindicales creadas ad hoc, con el único objetivo de mantener sus prebendas, engrandecidas al rescoldo de políticos calentadores de asientos, que solo buscaban su mantenimiento a través de una administración que se lo tragaba todo.

Hoy, con unas oposiciones congeladas sine die, un importante volumen de jubilaciones a las puertas y un sistema educativo público que debe recortar y ser más eficiente en el gasto.

El consejero Pérez no puede perder a los mejores por la holgazanería, la pereza intelectual y la chapuza de cofrades al servicio de cofradías sindicales que no desean enterarse de que no pueden defender el derecho al trabajo contra los derechos ciudadanos.

Hoy, consejero Pérez, no es posible esperar a que los tribunales le hagan el trabajo; hoy la pelota está en su lado de la cancha y hora es ya de legislar de forma clara y rotunda a favor de la claridad, la transparencia y el Estado de Derecho al que muchos parecen no haber llegado, perdiéndose en vericuetos del tardofranquismo.

Hoy la sociedad le reclama que haga realidad el Estado de Derecho frente al Estado estamental, al que políticos decimonónicos nos tienen acostumbrados. Hoy es necesario poner a las Islas Canarias en la senda de la modernidad.

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