control stop >

Provocador o negociador, por Álvaro Díaz

El deporte tinerfeño afronta, en las próximas semanas y en varias de sus disciplinas más carimásticas, una recta final apasionante. Con ascensos directos al alcance de la mano y otros en proyecto, ahora más que nunca es el momento de dejar a un lado los personalismos y pensar más en la colectividad. El “yo” tiene que dejar paso al “¿en qué puedo ayudarte?” y, sobre todo, aprender de errores pasados para no volver a repetir curso. En los difíciles tiempos que corren se necesitan negociadores que tomen el testigo y llevar la paz y la tranquilidad a los clubes en el momento de tomar decisiones una vez logrado el objetivo deportivo. Si, por el contrario, los provocadores son los que enarbolan los proyectos de futuro nos podemos encontrar con que los equipos vuelven a ser aves de paso en las máximas competiciones nacionales. Para optimizar recursos humanos y económicos es necesario contar con el deporte base como la pieza clave de la pirámide que lleve a los nuestros a dejar de ser clubes compradores de jugadores para convertirse en formadores de talentos. Y es que, como en el anuncio publicitario, los equipos, dependiendo del desgaste, se tiene que plantear aquello de… ¿supinador o pronador?