SANTIAGO TOSTE | Santa Cruz de Tenerife

Los madrileños Vetusta Morla podrían ser el paradigma de una forma de entender la música que no quiere transigir con eso que llaman exigencias del mercado. O quizás más apropiado sería hablar de las imposiciones de quienes manejan la industria musical. Con 14 años de trayectoria, y dos discos de larga duración en su haber, Vetusta Morla se ha convertido en banda de referencia para el panorama rock y pop, además de lograr traspasar nuestras fronteras con notable éxito. Vetusta Morla actuará por primera vez en Tenerife el próximo sábado, formando parte del Festival Tránsitos 2012, que en el Auditorio de Tenerife Adán Martín y su entorno reunirá también las propuestas del portugués Antonio Zambujo, la saharaui Aziza y los canarios Grenouille, Dj Kali y Sito Morales Group. Con Pucho, el vocalista de la banda madrileña, ha conversado DIARIO DE AVISOS.

-Una de las características de Vetusta Morla es el haber surgido en la escena independiente y continuar en ella. ¿Qué grado de libertad creativa les ha dado el no depender de los intereses de los grandes sellos discográficos?

“Una libertad absoluta. Porque somos los dueños de la totalidad de nuestra obra, con los aciertos y con los errores, y también porque siempre hemos sido nosotros quienes nos marcamos los objetivos que queremos alcanzar”.

-Y ahora, cuando estamos instalados en medio de la crisis, ¿resulta mucho más complejo intentar salir adelante desde esa posición?

“Si te pones a observar un poco cómo están las cosas, está claro que a nosotros nos va muy bien; pero sí, la crisis siempre se nota. Al fin y al cabo, esto es una industria, y ahora mismo ese tejido industrial se encuentra muy dañado. Eso, quieras que no, te acaba afectando. No a lo mejor con la intensidad que sufren otros compañeros porque está todo muy parado y escasean los conciertos, pero claro que lo notamos: las dificultades son mucho mayores para todos desde hace algún tiempo”.

-Además, si hablamos del mundo de la música, hoy asistimos a una radical transformación en el modelo de consumo. ¿Los directos resultan ahora más que nunca necesarios para la carrera de cualquier artista?

“Sí, son algo imprescindible. Pero no únicamente en lo que se refiere al plano económico: el directo siempre ha sido la mejor baza para que un músico pueda mostrar su arte. Ahí no hay máscaras ni trucos, no existen los grandes sistemas de producción que puedes encontrar en un estudio. Es un uno contra uno. En el directo, para bien y también para mal, el artista siempre se expone, pero además es la forma más bonita y más sincera de hacerlo”.

-Mapas (2011) es su segundo trabajo discográfico de larga duración, aunque Vetusta Morla lleva desde 1998 en esto de la música. ¿A qué responde el que no se hayan prodigado en el estudio de grabación?

“En la primera década, hasta que sacamos Un día en el mundo (2008), ya habíamos tenido experiencias en el estudio, pero fueron unos primeros pasos de iniciación, de aprendizaje. Todo ese tiempo lo asumimos como una manera de adquirir conocimiento, tanto de la propia banda como acerca de por dónde queríamos conducirnos. Luego, cuando los astros se alinearon, cuando lo sentimos así, decidimos grabar nuestro primer disco. Pero, en definitiva, en esos primeros años tampoco dejamos de movernos ni por un momento”.

-Al encarar un nuevo proyecto, como es Mapas, ¿en qué medida sirve esa experiencia de la que habla y en qué medida se aborda como un reto totalmente nuevo?

“Esa experiencia resulta muy útil. Ya no sólo a nivel musical y estético, sino también diría que logístico, de organización y funcionamiento. Este nuevo álbum no hubiera sido posible si antes no hubiéramos recorrido ese camino del que hablo: conocimiento y aprendizaje. Siempre hemos sido independientes, y eso quizás nos ha permitido conocer mejor las características de la industria, de todas sus áreas. Pero también es cierto que enfrentarse a un nuevo disco es siempre un reto, y como todos los retos, queremos afrontarlo con ilusión, que es el motor que nos ha movido desde el principio. Siempre estamos muy abiertos a todo lo que pueda surgir. Nunca planeamos hacer nuestra música de una forma en concreto y no hacerla de otro, sino que nos dejamos llevar por la intuición”.

-Vetusta Morla actúa por primera vez en Tenerife, pese a contar desde hace tiempo con un amplio grupo de incondicionales. ¿Qué puede esperar el público que se anime a acudir al concierto?

“Verá y escuchará a seis personas sobre un escenario haciendo lo que más les gusta: tocar en directo. Además, se trata de un espectáculo en el que la música es lo único que importa, no hay grandes escenografías ni distracciones. Simplemente, un directo muy directo, sin cortapisas”.

-¿Encuentran diferencias entre actuar ante pequeños auditorios y hacerlo en conciertos masivos?

“Las diferencias existen, no las voy a negar. Pero cuando afrontamos un concierto, sea del tipo que sea, salimos con las mismas energías, aunque es verdad que las sensaciones cambian. Es la propia energía del público y de la banda, la que va dando forma a ese momento, eso es lo que al final se refleja. En una sala pequeña, por ejemplo, lo habitual es que se cree un ambiente muy íntimo, pero tú no vas predispuesto a actuar de esa forma”.