EUROPA PRESS | Jaén

Un varón acusado de raptar a su hijo de once meses de edad durante un total de ocho años y llevárselo al extranjero, José Antonio M.S., ha alegado, en la vista que ha acogido el Juzgado de lo Penal número 2 de Jaén, que es “absolutamente inocente y su hijo más que él”, algo que ha hecho en las alegaciones finales del juicio, puesto que cuando ha sido llamado a declarar se ha negado remitiéndose a lo relatado en los Juzgados de La Carolina (Jaén) en octubre de 2006, cuando entregó al menor procedente de México.

En concreto, el acusado manifestó que no conocía la resolución de la guarda y custodia que se le concedió a su expareja sentimental porque estaba en el extranjero, si bien había hablado con ella para solucionar los problemas existentes, no queriendo ella alcanzar un acuerdo para “bienestar” del hijo de ambos. Según ha relatado, tras marcharse de casa rumbo Madrid para operar al bebé de fimosis, idea que compartió la progenitora, le envió un telegrama que nunca fue respondido.

Tal y como ha expresado, su único interés era el de “mirar por su hijo, no quitarlo del lado de su madre”, agregando que la madre “se radicalizó en sus posturas cuando empezó a ir mal la relación”. Además, en la declaración de La Carolina comentó que “temió por la seguridad del niño” y que por eso decidió marcharse, aclarando que “no tenía mucha relación con su propia familia para evitar que se preocupara” por la situación en la que estaban él y el bebé.

Asimismo, José Antonio M.S. declaró que estuvo en varios lugares del mundo durante ocho años y medio, como fue el caso de Indonesia, Nepal, La India, Tailandia o México. Tras recordar las palabras del procesado, la titular del Juzgado número 2 de lo Penal ha mandado llamar a la madre del menor, quien ha señalado que mantuvo una relación con el padre del menor entre los años 1995 y 1996 fruto de la cual nació su hijo en junio de 1997.

“Se lo llevó a Madrid y lo volví a ver ocho años después en el Juzgado de La Carolina”. “No sabía dónde estaba”, puesto que un día dejó de existir el teléfono al que llamaba y su familia “decía que no sabía dónde estaban”. Además, ha recordado que el varón había intentado “llevárselo antes” sin éxito. Así, la mujer ha contado que le envió un telegrama en el que le avisaba de que “se iba de vacaciones”, motivo por el que viajó junto a su hermano a Madrid para quedarse con el bebé.

Una vez en la vivienda donde supuestamente se alojaban, descubrieron que “no había nadie”, tan solo vieron un biberón. Después de esto, la mujer inició “una labor incansable de años” y, a preguntas de su abogada de cómo estuvo durante el tiempo en que su hijo estuvo desaparecido, ha contestado que “tenía mucha tristeza y angustia”, pero entendió que tenía que “levantarse y hacer algo para acercarse a él porque siempre pensó que lo recuperaría”. Por ello comenzó a visitar platós de televisión y a proclamar su deseo de encontrar al menor, que ahora cuenta con 14 años.

Envío de dinero

De su lado, la hermana del acusado ha indicado que desconoce “si alguien le enviaba dinero”, del mismo modo que ha afirmado que “no mantenía contacto con él”, pues “solo la llamó un par de veces” durante los ocho años y medio que estuvo en el extranjero en paradero presuntamente desconocido. Por su parte, la madre de José Antonio M.S. ha asegurado que estuvo con su nieto un mes en casa en el marco de la operación a la que fue sometido.

Al respecto, ha comentado que su hijo estuvo buscando a su expareja y que “no fue al cumpleaños del niño, no llamó ninguna vez y tampoco se preocupó”. Eso sí, fue a su casa a “pedirle explicaciones” de dónde estaban, agregando que el acusado la había buscado previamente pero no la había encontrado. Finalmente, ha dicho que la madre no vio en dicho periodo al pequeño, pero “ella tampoco”, ha remarcado en la vista.

El tío del niño, hermano de su madre, ha manifestado en su declaración como testigo que han llevado a cabo desde el primer día de su desaparición “todas las actividades posibles”, habiendo estado en contacto con la Interpol. “Se le ha buscado por todos lados”, si bien ha mencionado que la madre del acusado “le mandaba el dinero de sus dos pensiones, sin embargo, negaba que supiera dónde estaba”.

Para el Ministerio Fiscal, el comportamiento del acusado “carece por completo de justificación”, pues no ha tenido presente ni al niño ni los sentimientos de la madre, a quien “le quitó el derecho de relacionarse con su hijo, le quitó a su hijo recién nacido y no pudo verlo durante años, sin saber cómo está o, incluso, si ha muerto”.

Modificación del CP

Atendiendo al delito que se ha enjuiciado, el de la sustracción de menores, el fiscal ha señalado que el mismo comenzó en mayo del 98 y se comete permanentemente hasta octubre de 2006, cuando el menor conoce a su madre. No obstante, ha apuntado que hasta el año 2002 el delito como tal no se contemplaba en el Código Penal (CP), motivo por el que las sucesivas denuncias de la madre se archivaron al no tener encaje con el CP.

Según ha continuado, está aceptado por todos los testigos que el procesado se llevó al extranjero al menor. Además, ha indicado que el hecho de que la madre pudiera ser una “mala influencia”, como dijo José Antonio M.S., es una circunstancia para la Fiscalía “ajenas al tipo y no se justifica”, pues estos hechos “no están acreditados”. Por último, ha concluido que la redacción del artículo 225 bis del CP –contiene que el progenitor que sin causa justificada sustrajere a su hijo menor será castigado con la pena de prisión de dos a cuatro años– “parece que lo está por este caso”.

El abogado de la defensa ha señalado que se trata de un caso que va “contra la legalidad”, si bien ha argumentado que “nadie puede ser condenado por una ley que no existe en el momento de los hechos, no siendo una conducta delictiva, sino lícita” entonces. Además, ha tachado de “falsa” la manifestación del fiscal en cuanto a que se trate de un delito permanente, ya que, a su juicio, “la conducta no estaba tipificada como delito cuando se comenzó”.