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Reformas pendientes de Santa Cruz> Ignacio González Santiago*

Santa Cruz de Tenerife tiene tres grandes reformas pendientes de hacer, la de su modelo económico, social y político. Hoy voy a hablarles de la reforma del modelo económico. La economía de Santa Cruz se ha basado en los últimos cincuenta años principalmente en el comercio y la construcción, además del puerto y la refinería. El problema es que el puerto ya no tira de la economía de la ciudad como antes, por la apatía y la nefasta gestión de sus últimos y acomodados responsables que lo han relegado a un papel de segundón del de Las Palmas. La refinería, que fue en su tiempo la primera de España y aunque sigue siendo la mayor empresa industrial de Canarias, hoy, cercada por la ciudad, se ha quedado pequeña, trabaja a la mitad de su capacidad y contrata mucha menos gente. Tampoco le ha ido mejor a la construcción últimamente, ya que está completamente paralizada, esperando que por fin se apruebe el interminable PGO, que lleva tramitándose casi una década. Mientras tanto, no hay una sola grúa operando en Santa Cruz ni un obrero trabajando. Por si era poco, el comercio pasa por su peor momento, debilitado y abocado al cierre, por la caída de las ventas y la competencia cada vez mayor de otras zonas comerciales abiertas, mejor acondicionadas que las nuestras, en otros municipios y la apertura indiscriminada de nuevos macro centros comerciales. Y en eso llegó la crisis financiera internacional, se juntó con la nuestra, y el resultado fue devastador, treinta mil chicharreros y chicharreras en paro. Santa Cruz necesita cambiar su tradicional modelo económico. El CCN propone la potenciación del puerto, mediante el traslado definitivo de las pocas operaciones de carga y descarga que aún se realizan en el muelle Ribera al Dique del Este y la construcción de nuevos diques que permitan operar a grandes barcos de mayor calado, para que Santa Cruz deje de ser un puertito de cabotaje del de Las Palmas y se convierta en un gran puerto internacional. En cuanto a la refinería, creemos que la existencia de petróleo en aguas cercanas a Canarias y su posible extracción y posterior refino supone una nueva oportunidad para la vieja planta y para Santa Cruz, que no podemos desaprovechar, en términos de empleo directo e indirecto, en el puerto, por el aumento de las operaciones, y en otras empresas contratadas. Además, Santa Cruz debe aprobar de una vez el nuevo PGO, que sustituirá al de 1992, para que los constructores reinicien los proyectos empresariales paralizados y contraten nuevamente a los trabajadores parados. En el comercio, la capital debe acondicionar mejor y embellecer sus zonas comerciales abiertas, y así hacerlas más competitivas y atractivas que las de otros municipios, para recuperar la costumbre perdida de bajar o subir, según el caso, a comprar a Santa Cruz. Y por último, debemos entrar sin más dilación ni excusas en el sector turístico, como el resto de Canarias, y para ello es necesario crear las infraestructuras que esta industria demanda, que en Canarias, por nuestro clima, son las playas. Santa Cruz tiene que recuperar su litoral y acondicionar las playas hoy abandonadas de Almáciga, Taganana, Las Gaviotas y Las Teresitas, construir de una vez la tantas veces prometida playa de Valleseco y desenterrar la que fue la principal playa de la ciudad, la de San Antonio, que tapó el Muelle. El CCN propone una gran playa urbana en el frente de Santa Cruz que atraiga a los turistas a quedarse en la capital, impulse la construcción de hoteles y tire del comercio. El turismo no es sólo una opción más, sino la necesidad urgente de frenar el actual deterioro del tradicional modelo económico y la oportunidad de renovarlo y acabar con el paro.

*Presidente del Centro Canario Nacionalista
y diputado en el Parlamento de Canarias
@ignaciogonsan