En los dos artículos anteriores sobre las reformas pendientes en Santa Cruz de Tenerife, abordé primero el nuevo modelo económico y después el social, hoy hablaré del político y su necesaria reforma. Hay verdades que son evidentes y quienes representamos a los ciudadanos y las ciudadanas tenemos la obligación de ser valientes y decirlas. Voy a decirles tres. La primera, las diferencias entre el centro y los barrios son cada vez mayores. La segunda, nadie está haciendo nada para reducirlas, sino más bien todo lo contrario. Y la tercera, los vecinos y las vecinas que viven en los barrios no tienen los mismos servicios que los que lo hacen en el centro. Sin embargo y paradójicamente, la ciudad de Santa Cruz de Tenerife nació a la democracia, a finales de los setenta, mediante un gran pacto político tácito entre los barrios y el centro, entre las asociaciones de vecinos y UCD, primero, y ATI, después, entre los dirigentes vecinales y Manuel Hermoso, el primer Alcalde democrático, tras la Dictadura Franquista. Ese pacto, como suele pasar, se olvidó con el paso de los años y las sucesivas victorias electorales de UCD, ATI y CC, y ya nadie se acuerda de él. El CCN sí. El CCN reivindica aquel pacto político que dio origen al moderno Santa Cruz y propone su actualización. Nos reconocemos herederos ideológicos de aquella UCD en la que militó Hermoso, que arrasó, por el apoyo vecinal, en las elecciones municipales de 1979, y compartimos plenamente su modelo de ciudad. Queremos gobernar con los barrios, no para los barrios y menos sin contar con ellos. Reivindicamos una ciudad equilibrada entre el centro y los barrios, en la que todos los chicharreros y chicharreras se sientan tratados igual, cosa que ahora no pasa. No queremos vecinos y vecinas de primera y de segunda categoría, en cuanto a los servicios que reciben por el hecho de vivir en uno u otro barrio de Santa Cruz. Los distritos son los instrumentos municipales principales para resolver directamente los problemas concretos y cotidianos de los ciudadanos y ciudadanas y no pueden ser vistos como un gasto más, que se puede reducir, si la cosa va mal, sino como el resultado de un modelo de ciudad descentralizada, en la que el centro y lo barrios son iguales, por lo que los Presupuestos del Ayuntamiento deben dotarlos de la capacidad económica suficiente para desarrollar su labor. Los tagorores son los órganos de decisión de los distritos, por lo que deben despolitizarse. Proponemos que los vocales sean elegidos por los vecinos y vecinas en votación directa y secreta. Ellos deben decidir qué actuaciones y en qué orden se realicen en su distrito por las diferentes concejalías del Ayuntamiento. La nueva Presidenta del CCN chicharrero, Hortensia Navarro, elegida recientemente por los afiliados y afiliadas de Santa Cruz, es el mejor ejemplo del modelo de ciudad que proponemos. Ella siempre ha trabajado directamente con los vecinos y las vecinas, en los barrios. El mandato pasado, en los servicios sociales, en el IMAS, éste, en el Distrito de Ofra, como Directora, porque le gusta y se le nota, y por eso la quiere tanto la gente. Y el CCN no sólo tiene una magnífica Presidenta y un gran Comité Local sino, lo más importante, un compromiso público con todos los barrios de Santa Cruz para gobernar con ellos.

*Presidente federal del CCN y diputado regional / @ignaciogonsan