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Seguridad y Emergencias… Todos a una > Sergio García de la Cruz

El pasado sábado, en la plaza de la Basílica de Candelaria, bajo de manto de la Virgen de Candelaria, muchos arrimamos el corazón. Ya lo decía Thomas A. Edison: “La caridad es una virtud del corazón, no de las manos”.

Objetivo conseguido. Se sobrepasaron todas las predicciones. Desde el principio se marcó un fin claro: ayudar a los más necesitados de nuestro entorno, hacer todo en beneficio de ellos, tratar de aliviar su delicada situación. Esta donación simboliza un gran apoyo para nuestra comunidad. Ha sido un acto impulsado por Cáritas, donde colaboramos muchos. Entre ellos quiero dar las gracias especialmente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y los diferentes Servicios de Emergencia que se prestaron a impulsar el acto con su presencia, mediante una exposición estática de sus medios, tanto humanos como materiales, que fue del agrado de todos, y en la que quedó patente que el pueblo tinerfeño cuenta con grandes profesionales. Aquí no hablaré de ‘puertas cerradas’, que no vamos a negar que las hubo, hablaré de los que estuvieron. Qué grandeza adquiere el acto de servicio cuando transciende los márgenes del egoísmo, de la personalización, del protagonismo; cuando en la suma sencillez, en el silencio, sin esperar nada a cambio, entregamos lo mejor que llevamos dentro a cualquiera, al desconocido, al ciudadano anónimo, a la sociedad. Qué gran sentido cobran nuestras distintas corporaciones cuando aceptamos que ‘servir’ es lo nuestro, que no tenemos posibilidad de desvinculación.

Desde las 10.00 horas comenzaron a tomar posiciones las distintas unidades. Primero lo hizo la Cruz Roja, con un gran despliegue de medios, y el Servicio de Urgencias Canario (SCS), quien desplazó una ambulancia de soporte vital básico y una unidad móvil de catástrofes. El Cecoes 112(GSC) lo hizo con su vehículo de intervención. La Unidad 140 de los Bomberos de Tenerife nos mostraron los distintos materiales con los que habitualmente cuentan. Tampoco los tres grandes cuerpos policiales presentes en el Archipiélago quisieron perderse este gran evento, colaborando en esta exposición estática de medios: el Cuerpo Nacional de Policía lo hizo a través de su Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Santa Cruz de Tenerife; la Guardia Civil a través de su puesto principal de Candelaria y el Cuerpo General de la Policía Canaria mediante el despliegue de su Grupo III. Desde Los Realejos tampoco quisieron perdérselo y desplazaron al lugar al Grupo de Voluntarios de Protección Civil, lo que denota la buena gestión que está llevando su director de Seguridad y Emergencias en el municipio. El Ejército de Tierra también desplazó al lugar al Equipo de Información. Todos afianzaron lazos de unión, sellándose con una entrañable foto de familia a los pies de la Patrona de Canarias.

En definitiva, disfrutamos de un gran acontecimiento “sin color” porque como dijo el padre Jesús Mendoza: “La pobreza no tiene color”.

Los más pequeños fueron los principales protagonistas, y no deja de ser un instrumento educativo, a través del cual se forma a niños y jóvenes, inculcando en ellos valores de responsabilidad, participación y solidaridad.

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