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Una muerte anunciada > Bernardo Morales

El pasado viernes, al mediodía, el Centro de Arona Nacionalista (CAN) dejó de existir, al integrarse en el Centro Canario Nacionalista (CCN). Así se ponía fin a once años de vida. Una vida que tuvo su punto más álgido en las elecciones de 2003, cuando pactó gobernar con Coalición Canaria (CC), para luego caer en barrena en las elecciones posteriores de 2007 y 2011. El CAN nació tras abandonar el PSC-PSOE Manuel Barrios y cuatro concejales más. Durante el mandato de 2003 a 2007 reinó la tranquilidad y la gestión del pacto CC-CAN fue más que satisfactoria. Los baluartes para este buen entendimiento fueron, por parte de CC, Sebastián Martín, y por el CAN, Manuel Barrios. Todo hacía prever que el CAN se había consolidado, pero en las elecciones del año 2007, el CAN, de seis concejales pasó a dos. La opinión generalizada era que Barrios se había dedicado en cuerpo y alma al Plan General olvidándose de hacer política en la calle, lo fuerte de él desde que en 1983 llegara a la Alcaldía, hasta que lo desalojaron en 1995, a pesar de ser el más votado. En aquellos años, Barrios pertenecía al PSC. El CAN cruzó el desierto a la espera de que en 2011 pudiera sonar la campana de nuevo y obtener un buen resultado. Pero nada. Volvió a conseguir dos concejales, a pesar de la fuerte campaña realizada para dar a conocer en todos los rincones del municipio a su candidato, José Antonio Fuentes. A parte de esta última consulta electoral, los días del CAN estaban contados, hasta que el CCN se cruzó en su camino y lo ha integrado en su partido. Un partido este que tiene buena presencia y gobierna en esta zona de la Isla, como es el caso de Arico, San Miguel y Santiago del Teide.
A partir de ahora, el ya CCN, tiene una dura papeleta en Arona, dado que CC, con José Alberto González Reverón, gobierna con una tranquilidad total al disponer de una mayoría absoluta que se lo permite, y, por si fuera poco, una floja oposición. La política es así y ahora habrá que esperar a las próximas elecciones municipales, que bastante tiempo queda, para que cada partido luche por conseguir los mejores resultados posibles.