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Una vida social activa ayuda a evitar el estrés de las labores cotidianas

Una vida social activa en todas las franjas de edad evita problemas derivados de las labores cotidianas. | EP

EUROPA PRESS | Madrid

La doctora Laura López-Táppero, médico de familia del Hospital USP San Camilo de Madrid recomienda mantener una vida social activa en todas las franjas de edad con el objetivo de evitar problemas derivados de las labores cotidianas, como el estrés o el pánico al trabajo, con motivo del Día Mundial de Salud, que tiene lugar este sábado.

En declaraciones a Europa Press, esta experta considera “absolutamente” fundamental que los adultos mantengan una vida social activa para olvidar la carga de trabajo o las dificultades de tener que conciliar la vida familiar y laboral, que se traduce, en ocasiones, en estrés, ansiedad, pánico al trabajo o problemas de sueño.

Asimismo, señala que las personas mayores de 65 años, al no trabajar, si se encuentran en casa, tienen que “leer o llamar por teléfono”; salir a la calle o acudir a centros de día, puesto que, de lo contrario, “se desorientan o no acuden al médico”.

A parte de mantenerse activo socialmente, López-Táppero aconseja seguir una alimentación variada, que incluya abundante verdura y fruta –preferiblemente de temporada–, y distribuida cinco veces al día. En general, ha apostado por “disminuir las grasas, aumentar el consumo de proteína –mediante el consumo de carne de pollo y pescado”, y restringir la ingesta de carne roja a “no más de dos o tres veces a la semana”.

“Se ha demostrado que es mejor comer menos y más veces al día que solamente tres”, insiste esta profesional, a la vez que precisa que la persona tiene que realizar un desayuno “contundente” y que incluya, por ejemplo, un zumo de frutas, tostadas y lácteos. Después, en el almuerzo y la merienda aconseja una loncha de jamón de York y una pieza de fruta; y en la cena, apuesta por una comida ligera.

Esta experta considera que esta práctica también puede plantearse como una ‘conciliación comida-trabajo’ en el sentido de que si el aporte de nutrientes se mantiene constante durante el día, se mejora el rendimiento y se evita la fatiga y la somnolencia.

En relación a la combinación de diferentes fuentes alimenticias, considera que “no hace falta un conocimiento especial”, ya que “si visualizas un plato y lo divides en dos mitades: una corresponde a verdura y otra a hidratos y proteínas”.

Además, López-Táppero apuesta por la ingesta diaria de entre 1,5 y 2 litros de agua o zumos caseros y alerta del consumo de bebidas isotónicas, que no deben ser tomadas por niños, y que en general deben limitarse a la práctica deportiva.

Hacer deporte

Esta experta asegura que prácticar ejercicio físico es fundamental para tener un buen estado de salud y, en esta línea, aconseja que se realice ejercicio físico durante 45 minutos, tres o cuatro días a la semana. En este sentido, caminar o bailar están recomendados siempre que se supongan una frecuencia cardiaca alta, y teniendo en cuenta “la edad y el peso de la persona”.

Sobre los chequeos y las visitas al médico, López-Táppero señala que “una persona sana y sin antecedentes de enfermedades familiares” hasta los 35 años “no tiene porque preocuparse”. A partir de esa edad y hasta los 40 tiene que realizarse una analítica cada dos o tres años, precisa.

Otros consejos de esta experta pasan por no iniciarse en el hábito del tabaco y del consumo de alcohol o, de lo contrario, abandonarlos; evitar tener accidentes de tráfico o domésticos; mantener la higiene personal; y eliminar la automedicación.

“La Organización Mundial de la Salud (OMS) trata de mostrar este año con su campaña que gozar de buena salud durante toda la vida puede ayudarnos en la vejez a tener una vida plena y productiva, y a desempeñar un papel activo en nuestras familias y en la sociedad”, señala López-Táppero, quien concluye que “para vivir más años y mejor es fundamental prevenir y no remediar, con una educación ‘saludable’ desde la infancia”.