“Hay que hacer un esfuerzo y salir a buscar la felicidad”

Javier Urra, durante la entrevista concedida ayer al DIARIO. | FRAN PALLERO

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

Psicólogo, pedagogo y docente, Javier Urra (Estella, Navarra, 1957) es uno de los más destacados expertos nacionales en materia de menores. No en vano, fue Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid (1996-2001) y presidente de la Red Europea de Defensores del Menor (1999-2001). Además, ha representado a España en distintos foros internacionales, como Naciones Unidas y el Parlamento Europeo. En los últimos años ha centrado su actividad en la publicación de artículos y libros, y ejerce de asesor para una decena de centros y entidades especializadas. Entre ellos, el Instituto de la Felicidad, una iniciativa de Coca-Cola cuyos objetivos son la investigación y la difusión de conocimientos sobre la felicidad, con el fin de contribuir a mejorar la calidad de vida de los españoles. Urra participó ayer en la Isla en un acto del citado instituto, antes del cual atendió a DIARIO DE AVISOS.

-¿Cómo llega Javier Urra al Instituto de la Felicidad?

“Siempre he trabajado en favor de la infancia, con chicos deficientes, violadores, homicidas, en centros de menores, etc. También participé en la elaboración de la Ley de Responsabilidad Penal del Menor, porque mi vida es la justicia y la patología. Pero eso era como poner tiritas cuando te están bombardeando. Hace dos años me llamaron del Instituto de la Felicidad de Coca-Cola. Al principio fui con un poco de cautela, pero enseguida me di cuenta de que era un proyecto de gente coherente, que nunca me han dicho qué debo o no decir. Hacen estudios muy serios, con la Universidad Complutense de Madrid, sobre el amor, el dinero, la salud, etc, y este verano vamos a hacer un curso en la Universidad de Verano Menéndez Pelayo, en Santander, donde participarán distintas personalidades, con aportaciones muy ricas. Y para mí es un lujo estar ahí”.

-¿Qué puede aportar usted a este singular proyecto?

“Básicamente, mi experiencia de muchos años en materia educativa, porque educarnos en la felicidad es hacer un mundo mejor, más justo”.

-¿Cómo se puede explicar una experiencia de este tipo en el actual contexto social?

“El Instituto de la Felicidad, más que enseñar, lo que hace es aprender, porque hay que relativizar los problemas, tener sentido del humor y ponerle una sonrisa a la vida. Se puede ser feliz con 8 o con 88 años, porque hay que aceptar nuestras propias limitaciones y compartir, para mejorar con ello la sociedad en la que vivimos”.

-¿Cómo se le trasmite eso a personas que están en paro, enfermas o en situación de exclusión?

“El mundo no es idílico, porque el ser humano es lo que es, con sus limitaciones. Pero también hay que ver lo positivo, a pesar de que lo que se trasmite más frecuentemente es lo negativo, los problemas políticos, la bolsa o la economía, que no son esenciales para el ser humano”.

-Pero no es fácil hablar de felicidad en estos tiempos…

“Pero es necesario. Uno se da cuenta de que tiene que poner medidas contra incendios cuando se produce un incendio. Y ahora estamos en una situación difícil, por lo que tenemos que ser creativos. Esto está saliendo adelante porque muchas familias se están apoyando, y tenemos que formar unos niños para un mundo en el que los países-estado casi están desapareciendo”.

-¿Dónde se puede encontrar la felicidad?

“Por ejemplo, en la soledad. Yo, a veces, necesito estar solo. Pero tan importante como el ‘yo’ es el ‘tú’, y no hay una ciencia que explique la felicidad, porque la felicidad es todo. Es hacer las cosas bien, para llegar al final sabiendo que mereció la pena”.

-El germen de la sociedad es la infancia y la educación, pero los recortes son implacables…

“El ser humano es educable, pero tiene sus limitaciones genéticas. La educación lo puede todo, y en la medida de lo posible no deberíamos tocar la educación. En sanidad, por ejemplo, España es el quinto país del mundo en calidad sanitaria, pero estamos mucho peor en materia educativa. Pero la educación no sólo es inversión, también depende de la vocación, las herramientas, la pedagogía y la capacidad de los educadores. También los medios de comunicación y las redes sociales tienen mucho que decir, aunque en mi opinión hay que educar en cosas sobre las que no se está educando, como la ruptura, los procesos de separación, la violencia de género, la igualdad, el machismo, etc. Sobre todo, hay que educar con sentido común”.

-Hemos confundido el significado de la felicidad, y también los caminos para alcanzarla, ¿no cree?

“Sin duda. Es un tópico, pero tener dinero no da la felicidad. Es verdad que si no eres feliz, te ayuda a sobrevivir, pero llena más la aspiración de ganar dinero que el dinero conseguido. La realidad se puede maquillar para buscar las cosas buenas que tiene, porque la felicidad son momentos cotidianos. Pero también hay que salir a buscarla, porque somos corresponsables de encontrarla, aunque no todo depende de uno. La felicidad no es un mundo de Disney, pero hay que hacer un esfuerzo y poner intención en encontrarla”.

-En este mundo tan consumista, marcado por el dinero y el poder, ¿qué futuro le espera a la felicidad?

“Yo no creo que el mundo sea tan malo. El dinero resta mucha libertad, y hay mucha gente que renuncia a él. Estar a gusto y sentirse bien con uno mismo es impagable y no se puede comprar con dinero. Las cosas que se pueden comprar con dinero, dan una felicidad temporal, momentánea. Y esa idea onanista de la vida y el placer no tiene sentido, porque la felicidad es algo mucho más amplio”.

-Aquí en Canarias es más fácil encontrar la felicidad, según dicen algunos estudios…
“Es verdad, porque se vive muy bien. Pero también hay mucho paro, y es una isla. La vida siempre es un dilema, depende de elecciones individuales, pero en cualquier parte del mundo se puede ser feliz, aunque no tengas muchas cosas. La actitud condiciona mucho”.

[apunte]Testimonios que explican ‘cómo ser feliz’

La escritora y divulgadora científica Alejandra Vallejo-Nágera y el escritor y doctor en Psicología Javier Urra presentaron ayer tarde en en la sede de Presidencia del Gobierno de Canarias el libro Hablemos de felicidad, impulsado por el Instituto Coca-Cola de la Felicidad. La obra recoge los testimonios de destacados científicos, políticos, escritores y deportistas sobre cómo ser feliz en diferentes ámbitos de la vida. Los beneficios que de él se obtengan serán donados a la ONG Mensajeros de la Paz.

“Uno de los pilares de nuestra existencia es la investigación de la felicidad, en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid. También se están abriendo institutos similares en Chile, Portugal y Alemania, y seguimos trabajando sobre la idea de transmitir lo que una serie de expertos tienen que decir al respecto. Además, queremos trasladar a la sociedad cómo nos influye la felicidad, por ejemplo, en la salud”, expone Silvia García, directora del instituto.[/apunte]