'CASO KÁRATE' > DECLARACIÓN DE LOS ACUSADOS (II)

Baena no contesta sobre zoofilia, vírgenes, sectas y niñas de 10 años

DIARIO DE AVISOS – AGENCIAS | S/C de Tenerife – Las Palmas

Todo un rosario de prácticas sexuales con menores de edad aliñado con zoofilia, desvirgamientos y sectas. El caso Kárate demostró este jueves el por qué de tanta conmoción como ha creado en Las Palmas de Gran Canaria, ciudad cuya ciudadanía descubre con horror a través de la vista oral que arranca en estos días hasta qué punto un velo de vergüenza cubrió los supuestos horrores que ahora se conocen a través de los testimonios de las presuntas víctimas, algunas de ellas llegadas desde Tenerife.

El extenso interrogatorio de los abogados de la acusación particular, José María Palomino y Pedro Padilla (representan a 26 de los 38 afectados), abrió una ventana a prácticas sexuales con menores de edad en las que no faltaban perros, lavados de cerebros y hasta niñas de apenas 10 años de edad, cuestiones acerca de las cuales el principal acusado, Fernando Torres Baena, prefirió no contestar. Piden para él 302 años de cárcel por aproximadamente medio centenar de cargos de corrupción de menores y abusos sexuales.

Tal y como recoge Efe, los letrados Palomino y Padilla dirigieron gran parte de sus preguntas a las presuntas orgías que se organizaban en el chalet del acusado en la playa de Vargas, en el sur de Gran Canaria, donde pernoctaron muchos de sus alumnos y donde algunos de ellos residieron durante meses. Con esas preguntas sin contestación por parte de Torres Baena, los letrados de las acusaciones particulares querían saber si es cierto que proyectaba a sus alumnos películas pornográficas y de zoofilia, si es verdad que masturbaba a su perro en su presencia o si practicó con ellos diversas modalidades de sexo oral y anal.

También quisieron los abogados citados dejar constancia a través de ese interrogatorio de que hay 23 denunciantes que dicen haber tenido relaciones anales con Torres Baena y que muchos de ellos relatan que les aconsejaba ejercitar los músculos del ano.

Asimismo, los letrados querían saber si es cierto o no que abusó sexualmente de una niña de diez años aprovechándose de su fragilidad porque su madre acababa de morir, y si es verdad que tuvo relaciones sexuales con 14 alumnas que hasta ese momento eran vírgenes.

Por último, también pretendían interrogarle sobre una serie de libros sobre sectas hallados en el registro de sus propiedades, para conocer si él empleo o no técnicas de control sectario sobre los chicos que aprendían artes marciales en su academia.

En cuanto a las dos procesadas -María José González e Ivonne González-, se acogieron a su derecho a no declarar.

El juicio continuará mañana con la parte pendiente del interrogatorio del fiscal a Ivonne González, para seguir con la declaración del cuarto procesado, Juan Luis Benítez.

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En el gimnasio, no

El principal acusado del caso Kárate, Fernando Torres Baena, manifestó ayer que las únicas relaciones sexuales con menores que le constan las mantuvieron diez monitores que figuran en la causa como denunciantes, pero nunca tuvieron lugar en su gimnasio o durante competiciones. Baena, en su segundo día de declaración ante la Audiencia de Las Palmas, señaló que él no se tenía “que meter en sus vidas”, pero que tampoco las hubiera consentido en su gimnasio ni en las competiciones. El procesado reconoció a preguntas de su abogado que sí existían relaciones sexuales entre los alumnos, y citó que el caso más grave fue el de un alumno que dejó embarazada a una chica.

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