retiro lo escrito > Alfonso González Jerez

Contraargumentos > Alfonso González Jerez

Es infinito el número de páginas web y bitácoras en las que se pretende presentar el rechazo a la estrategia político-económica contra la recesión santificada por Bruselas, el BCE y el Fondo Monetario Internacional (austeridad presupuestaria, ajuste fiscal y privatizaciones) como una llorada pueril, puro perroflautismo digno de lástima, una mocosería naif apenas disculpable por su profunda y deshilachada ignorancia. Sería divertido si no nos fuera la vida en ello. Aquí van, para no perder el tiempo en internet, tres argumentos, supuestamente críticos, de los defensores de la ortodoxia que, para colmo, se engalanan como pensadores o analistas originales frente a la masa de indocumentados que se indignan (e indignarse es una vulgaridad) porque cientos de miles de personas apenas puedan comer.

a) Se equivocan los que contraponen crecimiento con austeridad fiscal. Este es uno de los mantras más frecuentes en las últimas semanas. Para demostrar esta brillante observación se apunta a que “lo contrario de la austeridad es derroche y lo contrario a crecimiento decrecimiento”. Aquí sí existe un maloliente juego semántico, al menos que se defienda que los servicios públicos de sanidad y educación son un derroche en sí mismos. En realidad la sanidad y la educación públicas son inversiones y estas inversiones han sido responsables sustanciales, en el último medio siglo al menos, del desarrollo y la prosperidad de las sociedades occidentales. La llamada austeridad fiscal no está facilitando el crecimiento ni la inversión en Grecia, Portugal, el Reino Unido, Holanda. ¿Quién invertirá en países con recesión o un miserable crecimiento del PIB en los próximos años?

b) El problema básico es el gasto público y no dejamos de alimentarlo. Es curioso. ¿Qué país tenía el mayor superávit en sus cuentas, en relación con su PIB, en 2008? Irlanda. ¿Qué país tiene un déficit de 80.000 millones de euros, el tercero más abultado de Europa? Alemania. Los alarmantes déficits que presenta la Unión Europea están más relacionados con el apoyo al sector financiero, los pagos de intereses de la deuda o el abono de los subsidios de desempleo que por un gasto público enloquecidamente derrochador (que sin duda, puntualmente, ha existido y debe corregirse). Los problemas de solvencia del Estado español dependen en mucha mayor medida de su déficit por cuenta corriente que de su gasto público.

c)¿Quieren seguir gastando? ¿No han visto lo gastado desde 2008 con el resultado de cinco millones y medio de parados? En realidad ha sido al revés: la caída del PIB, la desaceleración económica, el hundimiento de la recaudación y el crecimiento del paro han potenciado el incremento del gasto público y no al contrario.