EFE | Bogotá
El informe anual del Departamento de Estado sobre la situación de los derechos humanos en el mundo motivó el esperado rechazo de los Gobiernos de Cuba y Venezuela, pero tampoco cayó bien al de Colombia, considerado cercano a EEUU.
“Es de una dureza injusta”, afirmó en Bogotá la canciller colombiana, María Ángela Holguín. EE.UU. apunta a “la impunidad y un deficiente sistema judicial, la corrupción y la discriminación social” en su país.
El Gobierno de Venezuela consideró “escandaloso” que EE.UU. pretenda erigirse en “juez planetario” . La Cancillería acusó a EEUU de no aceptar “la mayor parte de los instrumentos del Sistema Universal de promoción y protección de derechos humanos”, ni mecanismos de supervisión y control.
El Gobierno cubano denunció que las “mentiras y tergiversaciones” de ese documento solo pretenden “justificar” la “cruel política de bloqueo” de EE.UU. contra Cuba y se planteó cómo el Gobierno estadounidense “se arroga el derecho a emitir” tales informes, “desconociendo su propio récord de abusos dentro de su país y en el mundo”.