EUROPA PRESS | Santa Cruz de Tenerife
La Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Granadilla de Abona (Tenerife) ha invertido 309.600 euros en su política de becas y ayudas al estudio en 2012, lo que supone un 28,9 por ciento más que en el ejercicio anterior, cuando la inversión fue de 240.050 euros.
“De esta manera se favorece el acceso a la enseñanza reglada de los estudiantes del municipio en entornos familiares con dificultades económicas”, ha destacado la concejal de Educación, Sara Cano, quien también ha señalado que así se refuerza la escolarización de los niños y los jóvenes de Granadilla, sea cual sea su nivel educativo, ya que las becas atienden desde Infantil y Primaria hasta Secundaria, ciclos formativos y estudios universitarios.
El Ayuntamiento de Granadilla dedica 103.500 euros a las etapas de Educación Infantil y Primaria, con un importe máximo de 70 euros por beneficiario; 84.000 euros a Educación Secundaria, Bachiller y Ciclos Formativos Medios, a razón de 100 euros como subvención individual máxima, y 99.500 euros a estudios de grado superior (universitarios y de ciclos de grado superior), con un importe máximo de 300 euros por cada ayuda.
Entre los requisitos para acceder a estas ayudas, dirigidas a sufragar gastos educativos como la adquisición de libros y material y transporte escolar, figuran la renta económica, el número de hijos y tener al menos 6 meses en el padrón municipal.
Sara Cano considera que la continuidad y mejora de la financiación de ayudas al estudio “fortalece el compromiso del Ayuntamiento con la Educación y la formación como servicios fundamentales para los granadilleros, con independencia de su nivel de renta, de manera que todos los alumnos estén en condiciones de aprovechar al máximo la enseñanza”.
En este sentido, ha defendido que los alumnos deben ser conscientes del “enorme esfuerzo” que realiza la sociedad para poder ofrecer una enseñanza de calidad, de la “enorme cantidad de recursos” que se moviliza con ese fin y la importancia “crucial” que posee que los estudiantes aprovechen la formación que se les brinda con la aportación de todos.
A su juicio, “la Educación es un derecho fundamental consagrado en la Constitución pero también es una responsabilidad de la comunidad educativa, especialmente de los alumnos, cuyo compromiso cotidiano es imprescindible para tener éxito en el aprendizaje”. “La sociedad tiene la obligación de garantizar ese derecho y los alumnos la responsabilidad de aprovecharlo en beneficio propio”, concluyó.