... y no es broma > Conrado Flores

El cinturón > Conrado Flores

La política de recortes del gobierno de Rajoy es, según dicen los expertos, dura pero necesaria. Todo este compendio de medidas que nos están dejando el bolsillo más seco que el Barranco de Santos no se han tomado porque sí. Éste es, como nos dicen desde Madrid, un momento para el sacrificio común, para trabajar más y durante más horas, para ser más productivos por menos dinero. Éste es ese célebre momento de apretarse el cinturón. Una vez más.

Allá por 1984, los ministros del PSOE Miguel Boyer y Carlos Solchaga llevaron el hit Apretarse el cinturón directamente al número uno de los 40 Principales. Muchos le hicieron tantos agujeros al cinturón que acabaron por usar tirantes. Pero como los trabajadores somos muy olvidadizos, los actuales dirigentes han tenido que recordarnos casi 30 años más tarde que en estos tiempos de crisis hay nuevamente que “apretarse el cinturón”. Y yo me pregunto, ¿cuántos agujeros tiene ya el cinturón?

Como es lógico, ante la austeridad, ahorro. Algunos importantes empresarios que se frotaban las manos con la nueva reforma laboral no cayeron en la cuenta de que sus trabajadores son también consumidores. Y los trabajadores, que aparte de olvidadizos también son sacrificados, han decidido que lo mejor va a ser ponerse a ahorrar y no gastar. Otros han celebrado la contundente pérdida de poder adquisitivo de los funcionarios -alrededor de un 35% en sólo un par de años- , y los trabajadores públicos, también olvidadizos pero responsables, han decidido que lo mejor va a ser ponerse a ahorrar y no gastar.

Así que supongo que acabaremos todos haciendo lo mismo. Recauchutando el calzado en un zapatero; poniéndonos parches en los codos de suéteres y rebecas; manteniendo nuestro coche y la tele hasta que revienten; arreglando la ropa en una modista; saliendo menos a comer fuera; comprando marcas blancas en el supermercado; haciendo de pintores, fontaneros y electricistas en casa; y yendo de vacaciones a Las Teresitas. Y con nuestro sacrificio recuperaremos la economía. Por no cambiar, no cambiaremos ni de cinturón: seguiremos apretándonos el mismo.