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El Ejecutivo deja la puerta abierta a un cierre anticipado de sus cuentas

El presidente autonómico y los consejeros, ayer reunidos en el Consejo de Gobierno. / EFE

YAZMINA ROZAS | Santa Cruz de Tenerife

El Ejecutivo canario dejó ayer la puerta abierta a un posible cierre anticipado de sus cuentas. El portavoz gubernamental, Martín Marrero, señaló que, “a fecha de hoy”, parece innecesario adoptar esta medida, aunque apuntó que dependerá de la evolución de la ejecución de los presupuestos.

Tras la celebración del Consejo de Gobierno, Marrero señaló que el Ejecutivo no tiene intención de cerrar sus cuentas de manera anticipada. Matizó que dependerá de la evolución de la ejecución presupuestaria, especialmente a partir del próximo mes de julio cuando se pongan en marcha las medidas de ajuste del Gobierno, que incluyen el alza impositiva.

Marrero apuntó que, en el caso de tener que decidir un cierre anticipado del presupuesto, no se trata de una situación “extraordinaria”. Argumentó que los compromisos contraídos, entre el cierre del presupuesto y el cierre del año natural, se pagarían en 2013.

El Gobierno canario se ha visto obligado a cerrar sus cuentas de manera anticipada en los dos últimos ejercicios para poder cumplir con el objetivo de déficit y para lograr que el Ejecutivo central le autorizase un aumento de su nivel de endeudamiento.

En 2010, el Ejecutivo se cerraron un mes antes de que acabara el año, lo que le supuso un ahorro de 250 millones al no autorizarse nuevos gastos, facturas o transferencias de capital. El pasado año, la Comunidad Autónoma volvió a adelantar en dos semanas el cierre del presupuesto.

Pero en 2012 el escenario es más delicado. El incumplimiento del objetivo de déficit para este año acarrearía penalizaciones para el gabinete de Paulino Rivero que, en el caso más extremo, suponen incluso la intervención de las cuentas canarias.

Martín Marrero afirmó que el plan aprobado por el Ministerio de Hacienda, en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera, garantiza el ajuste de 817 millones que tiene que hacer el Achipiélago. Detalló que, en el capítulo de personal, el recorte es de 220 millones; en el de gasto corriente, de 73,6 millones; en el de transferencias, de 48 millones y en los de inversiones, de 220 millones. Esto arroja una cifra total de unos 560 millones, a lo que hay que sumar los 250 millones que se prevé ingresar con la subida de impuestos.

El portavoz gubernamental indicó que el recorte específico para sanidad y educación asciende a un total de 205 millones, a lo que hay sumar la reducción salarial.

Sin embargo, según el texto del plan económico y financiero de reequilibrio de Canarias, el coste de los recortes en las retribuciones de todos los empleados públicos del Gobierno regional y en los servicios prestados a sanidad, educación y justicia asciende a 353, 75 millones.

La rebaja salarial supone un ahorro de 222,07 millones para las arcas, mientras que el ajuste en los servicios sanitarios, educativos y judiciales asciende a 74,67 millones, y en las transferencias en los servicios esenciales, a otros 57 millones.