Va por el aire>

El espíritu del Ensamble Vocal Contemporáneo> Benito Cabrera

A comienzos del siglo XVIII, se popularizaron los salmos e himnos cristianos que eran cantados en las iglesias del Sur norteamericano, tanto por negros como por blancos.

Con el tiempo, el sentido litúrgico y evangelizador de estos cantos, asumidos como propios por la comunidad afroamericana, transcendieron a su dimensión religiosa, para convertirse en todo un género coral que ha conseguido una notable popularidad.

Aprovechando las posibilidades plásticas y escénicas de esta música, el Ensamble Vocal Contemporáneo de Tenerife, bajo la dirección de Antonio Abreu, montó un espectáculo basado en los espirituales y sus reminiscencias, que pudimos disfrutar el pasado domingo día 19 de mayo en Sala de Cámara del Auditorio de Tenerife Adán Martín. Los experimentados miembros del ensamble, ampliados en número para este montaje, se dejan guiar por la minuciosidad del maestro Abreu, que demuestra su sensibilidad y capacidad de trabajo para afrontar retos diversos, propios de la versatilidad de este magnífico conjunto coral.

Con exquisita meticulosidad, sorprendió su control de las dinámicas, el equilibrio entre las cuerdas, la capacidad de moverse por el escenario con soltura -rompiendo el tradicional hieratismo propio de estas formaciones- y el dominio de un repertorio que bascula entre lo religioso y lo pagano, con una mezcla de estilos (jazz, blues, pop…) que precisa de una apasionada interpretación para resultar creíble. Sorprendieron más las voces femeninas. No porque los cantantes masculinos desmerecieran, sino porque el nivel de solistas como Candelaria Gil, Esther Alfonso o Candelaria González (por citar algunas) son una clara muestra del manifiesto talento artístico que tenemos en estas islas.

El coro estuvo acompañado por tres destacados instrumentistas: Eva Garrucho al piano, Santiago Bobet a la guitarra acústica y Alain Bourguignon al contrabajo. El público premió con largas ovaciones la impecable actuación de este coro, al que le auguramos un futuro cargado de merecidos éxitos.