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El fútbol se consolida como primera opción de ocio entre los españoles

El delantero chileno del FC Barcelona, Alexis Sánchez, controla el balón ante el jugador del Valencia, Adil Rami. | DA

EFE | Valencia

El fútbol se ha consolidado como principal opción de ocio de la sociedad española, ya que satisface muchas de las necesidades de los ciudadanos en el ámbito del entretenimiento, el consumo o las relaciones sociales e incluso juega un papel clave como “válvula de escape” cuando la gente necesita desfogarse.

Así lo señaló a EFE el sociólogo de la Universidad de Valencia Ramón Llopis-Goig, quien opina que el fútbol no sólo es “el ocio de los ocios” para buena parte de la población, sino “el único contacto para muchos con la belleza, la estética o la creación artística, en la medida en la que este deporte contiene esos valores”.

Llopis-Goig ha expuesto este planteamiento en el artículo “Práctica, consumo e identificación. La primacía del fútbol en las pautas de ocio de la sociedad española”, que ha sido publicado en la revista “Panorama social” destinada a estudiar el ocio en esta sociedad.

“Actualmente no se puede analizar el ocio en España sin tener en cuenta la prioridad del fútbol, primero porque una parte de la sociedad lo practica como entretenimiento y, por otro lado, por el consumo que hay tanto de productos relacionados con este deporte como de partidos en los estadios o a través de la televisión”, dijo.

“En tercer lugar ha cobrado importancia por la identificación de los ciudadanos con los clubes o con la selección, algo que trasciende al juego en sí para convertirse en un marco para expresar identidades colectivas”, señaló Llopis-Goig.

Afirmó que el fútbol nació como deporte, pasó a ser espectáculo y actualmente se ha convertido en un fenómeno de ocio, a lo que ha contribuido la conversión de las transmisiones futbolísticas en el género televisivo de más éxito, por encima de informativos, programas, documentales o concursos.

Recordó que en el entorno del fútbol se genera el uno por ciento del Producto Interior Bruto y que el Centro de Investigaciones Sociológicas ya confirmó hace tiempo el interés en el asunto por parte del 54,2 por ciento de los españoles, cifra que supera al automovilismo o el tenis, que no llegan al treinta.

Circunstancias como la transformación de los clubes en sociedades anónimas deportivas, el desarrollo de la “Ley Bosman” o el nuevo formato de algunas competiciones como la Liga de Campeones a partir de los años noventa no sólo no redujeron el interés de la sociedad por este deporte, sino que lo aumentaron.

Además, Llopis-Goig afirmó que los temas deportivos son “los más frecuentes en las conversaciones cotidianas de los españoles con sus amigos y compañeros”.

Al margen del incremento de licencias federativas (600.000 en el año 2000 y 800.000 en el 2010), la importancia del fútbol como clave del ocio se demuestra al comprobar que los medios de comunicación tiene en la transmisión de partidos “uno de los principales contenidos para mejorar sus índices de audiencia”.

Prueba de ello es el seguimiento por televisión de algunos encuentros en la campaña 2010-2011. El Real Madrid-Barcelona del 16 de abril de 2011 fue visto por más de once millones de personas, cifra que supera la de la asistencia global a los estadios de Primera a lo largo de toda la temporada, cifrada en 9,8 millones.

Aunque los datos de identificación de los españoles con un equipo no se han actualizado desde 2007 (Real Madrid, 32,8 por ciento de todos los aficionados; Barcelona, 25,7; Valencia: 5,3, Athletic de Bilbao, 5,1 y Atlético de Madrid, 4,3), el sociólogo constató que siete de cada diez ciudadanos se identifican con algún club.

Además, señaló que en los últimos años la supuesta supremacía del interés por los clubes respecto a la selección, basada en la idea de “un cierto déficit de patriotismo futbolístico en España” se ha empezado a tambalear con los éxitos de la selección en 2008 y 2010.
El estudio de Llopis-Goig se enmarca en un proyecto de la Unión Europea para analizar la importancia del fútbol en el continente y abrirá el campo de trabajo hacia nuevos ámbitos de relación entre fútbol y ocio, en los que el papel de las redes sociales deberá ser estudiado porque ya han empezado a provocar un vivencia diferente del fútbol entre los ciudadanos que las utilizan.