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El ITER confirma que el Teide pudo expulsar lava en 2004

El estratovolcán del Teide-Pico Viejo. | DA

EFE | Santa Cruz

Científicos del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) han confirmado que la crisis sismo-volcánica de Tenerife ocurrida en 2004 estuvo precedida por una inyección de fluidos magmáticos en el cráter del Teide, según informa hoy el Cabildo tinerfeño en una nota de prensa.

El estudio realizado por estos investigadores también indica que en 2001 se registró una emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) en el cráter del Teide, mientras que en 2003 se incrementaron las concentraciones de monóxido de carbono (CO) y ácido clorhídrico (HCl) y se detectaron concentraciones cuantificables de dióxido de azufre (SO2).

Estos cambios químicos de las fumarolas se acompañaron de un descenso en las concentraciones de sulfuro de hidrógeno (H2S) y metano (CH4), así como en la relación gas y vapor de agua.

Pocos meses después del descenso de la actividad sísmica en el interior de Tenerife, las concentraciones de dióxido de azufre (SO2), de monóxido de carbono (CO) y ácido clorhídrico (HCl) experimentaron un fuerte descenso, mientras que el metano (CH4) y las relaciones gas/vapor de agua reflejaron un incremento en sus valores, agrega el comunicado.

En este trabajo científico se señala también que, de acuerdo a las señales sísmicas de los últimos años, la probabilidad de un proceso de reactivación del volcán Teide se considera bajo.

Todos estos datos se desprenden de un estudio realizado durante quince campañas científicas dedicadas a la observación de emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) en el cráter del Teide.

Para realizar esta investigación también se ha analizado la composición química e isotópica de los fluidos emitidos por las fumarolas del Teide desde 1991 hasta 2010.