a babor >

Entrevista con informe de fondo > Francisco Pomares

Con la lata que han dado unos y otros a cuenta de la entrevista monclovita, una habría esperado un desenlace más dramático del ágape. Pero aquí los modelos se repiten: Paulino Rivero acude a Madrid a pedir más, y en Madrid le dicen que la cosa está mal para todos y que se busque él mismo el guiso. Lo demás es el poco ruido que logra hacer Martín Marrero. A don Martín lo coló Soria en Presidencia del Gobierno, y desde que Soria se fue actúa con la fe del converso: se gana la vida calentándole las vísperas al señorito, y dejando enfriar los acuerdos del Gobierno.

Al grano: Paulino no le ha dicho ni pío a Rajoy sobre la inmejorable situación de la economía canaria. Ese discurso se lo reserva para las reuniones con los empresarios locales, ante los que se pone medallas como artífice de que la caída de la economía canaria sea inferior a la española. Lo cierto es que no miente. La economía canaria sufre menos que la española: el informe de Situación en Canarias, que elabora el servicio de Estudios del BBVA, asegura que el PIB caerá en Canarias este año “sólo” el 0,5 por ciento, es decir, la tercera parte de lo que está previsto que caiga el PIB en el conjunto del país. También prevé el informe que, a partir de 2013, Canarias abandonará junto al resto de España la zona de recesión, con un crecimiento levemente por debajo de la media nacional, que será del 0,6 por ciento. Si es cierto eso de que mal de muchos, consuelo de tontos, el informe puede interpretarse como positivo para Canarias: aquí el impacto de la recesión va a ser más moderado en la caída del PIB, y eso quiere decir que la economía -gracias al turismo- resiste mejor. Pero otra cosa bien distinta es la situación social: el informe del BBVA no se detiene a analizar la distribución tercermundista de la distribución de la renta en Canarias, no habla de la pobreza, la desigualdad, la exclusión social y otros asuntos que no son los que más preocupan a los banqueros. Sí se refiere al alto porcentaje de endeudamiento de las familias, y a una tasa de paro del 32 por ciento, factores que el banco considera las principales debilidades de la economía canaria.

En la entrevista con Rajoy, Rivero ha trasladado la situación potencialmente explosiva de la sociedad isleña, y ha reclamado fondos, y ayudas. Es la misma receta de siempre para hacer frente a los problemas de las Islas. La misma receta que durante veinte años no ha resuelto las desigualdades ni reducido el paro y la pobreza, a pesar de que nuestra economía funciona -gracias al turismo- mejor que la media española. Quizá habría que plantearse -si la economía canaria no va tan mal- que el problema no es de más ayudas nacionales, sino de mejor redistribución local: porque en Canarias se reparte pésimamente la riqueza. Y el Gobierno regional es -desde hace veinte años- responsable de ese reparto.