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Gran Canaria se rinde a Bruce Springsteen

El concierto de Springsteen reunió a más de 30.000 personas en el Estadio de Gran Canaria. / EFE


DIARIO DE AVISOS – EFE | Santa Cruz de Tenerife

The Boss nunca defrauda. Así lo pudieron comprobar ayer las más de 30.000 personas que acudieron al Estadio de Gran Canaria para presenciar la actuación de una de las estrellas del rock más incontestables de las últimas cuatro décadas. Y también para disfrutar del que sin duda fue el concierto del año en Canarias.

Desde las 18.30 horas extranjeros, peninsulares y canarios -y entre estos últimos, un nutrido grupo de tinerfeños- accedían al Estadio de Gran Canaria con el propósito de disfrutar de una velada mágica y calurosa en todos los sentidos. Entre los seguidores que se agolpaban a las puertas del recinto se hallaba incluso una pareja de incondicionales procedente de los Estados Unidos, que han acompañado a su compatriota desde 1984, en más de un centenar de ocasiones.

Tras Sevilla, la segunda parada en Europa de Wrecking Ball, volvió a confirmar el buen estado de forma del artista de New Jersey. Acompañado de la no menos célebre E Street Band, en la primera gira tras el fallecimiento de su saxofonista Clarence Clemons, Springsteen no dejó de cantar, de moverse y de dirigirse a un público entregado que reunió a varias generaciones de amantes del rock durante las cerca de tres horas que duró el espectáculo.

Concierto único

Como viene siendo la tónica en la gira Wrecking Ball -que recibe su nombre del álbum número 17 del artista-, Springsteen combinó sus temas más recientes con algunos de sus canciones más célebres. De igual modo, quienes tuvieron la suerte de figurar entre el público presenciaron un concierto exclusivo, ya que nunca The Boss repite repertorio entre dos actuaciones, e incluso modifica sobre la marcha el listado de canciones a interpretar.

No faltaron baladas y temas cañeros, rock en estado puro y sonidos en los que se advierten múltiples influencias, desde la música irlandesa al gospel. Si a todo ello unimos letras con un mensaje crítico hacia los principales responsables de estos tiempos tan convulsos, podemos decir que lo de ayer, más que un concierto, fue un auténtico lujo.