a) El jefe del Estado se va de cacería con un multimillonario que se la paga y una señora que se lo cobra y se rompe la cadera de madrugada, hipotéticamente persiguiendo un elefante por el dormitorio.
b) El anterior presidente del Gobierno, que es miembro nato del Consejo de Estado y recibe simultáneamente una pensión vitalicia (unos 160.000 euros anuales en total) y que fue incapaz, radicalmente incapaz, floripóndicamente incapaz, de diagnosticar y atajar la crisis que se le venía encima al país, anuncia que el país será intervenido por la UE en junio, para echar una mano.
c) La ministra de Economía del anterior presidente del Gobierno ficha, dos meses después de abandonar el cargo, por dos grandes empresas privadas ciscándose en cualquier consideración legal o moral, y conservando la indemnización del 80% de su salario durante dos años.
d) Todas las administraciones públicas mienten sobre sus cuentas. Una y otra y otra vez. Y así un día se descubre, por poner un ejemplo, que la comunidad autonómica de Castilla-La Mancha debe decenas de miles de millones de euros o que Madrid, por poner otro ejemplo, dobla el déficit que había comunicado el Ministerio de Hacienda. Incomprensiblemente los políticos y tecnócratas europeos no se fían.
e) El gobernador del Banco Central de dicho país se pasa casi todo su mandato solicitando el control de la inflación y la moderación de los salarios mientras el sistema financiero alimenta y oculta una bomba de relojería que amenaza con destruirlo.
d) El nuevo Gobierno se lanza a supuestas reformas que no están integradas en una estrategia ensamblada y coherente: básicamente consisten en devastar la economía productiva del país, cuestionar su edificio político-institucional, liquidar el Estado de Bienestar, subir impuestos a las clases medias e imponer el despedido libre como fórmula para crear empleo e incentivar el consumo.
e) El sistema bancario se dedica a obtener miles de millones de euros del Banco Central Europeo, al 1% de interés anual, que gasta, en al menos un 50%, en comprar bonos de dicho país, con un 6% de rentabilidad. No suelta un céntimo en créditos, pero si tiene problemas irresolubles, sabe que el Estado gastará lo que no tiene para evitar su caída.
f) El presidente del Tribunal Supremo del país pasa largos fines de semana en hoteles y restaurantes de lujo y le pasa las facturas al Tribunal Supremo. Cuando lo pillan afirma, indignado, que 6.000 euros son una miseria.
g) El presidente del Gobierno del país no explica nada, ni cuenta nada, ni concede entrevistas, ni habla en el Parlamento. Su síntesis de la acción del Gobierno es que “se hará lo que hay que hacer”.