EUROPA PRESS | Estambul
El CSKA de Moscú ha sellado su pase a la final de la Euroliga después de imponerse (66-64) a un Panathinaikos que dominó gran parte del partido –hasta que despertaron Kirilenko y Teodosic– pero que, poco a poco, fue sobrepasado por la rapidez y calidad del conjunto moscovita, el cual espera ya a Barcelona Regal u Olympiacos para hacerse en Estambul con la ‘Final Four’ de 2012.
El conjunto griego dominó a placer el primer cuarto, y en el segundo se dejó llevar por su propia intención de detener el partido. El CSKA fue neutralizado de forma inesperada por una buena defensa de los griegos y condenada también por una sorprendente falta de acierto en sus hombres estrella. Desde que casi el inicio, el actual campeón europeo puso 10 puntos de diferencia en el marcador.
El buen hacer de Batiste y Jasikevicius (7 puntos cada uno en el primer acto) eclipsó a un Teodosic fallón y a un Kirilenko inédito (15-29). El técnico de los griegos, Obradovic, diseñó la estrategia de dejar que corriese el tiempo y no los jugadores, sobre todo los rusos. Además, el conjunto moscovita se estrellaba una y otra vez con el aro, hasta cuatro veces consecutivas en un mismo ataque.
Así mantuvo bajo control a su rival, hasta que pudo. A falta de cinco minutos para el descanso Kirilenko despertó. Los 8 puntos de la estrella ‘roja’ y las pérdidas de balón de los de Obradovic dilapidaron la ventaja griega (32-34). Batiste por su parte desapareció y los campeones se fueron al vestuario con la sensación de haber dejado vivo a un peligroso rival.
Tras el descanso, el CSKA se fue con descaro a por el partido, a recuperar el tiempo perdido. Aun así, y a pesar del lamentable parcial de 5 puntos en el segundo acto, el Panathinaikos mantuvo el control en el electrónico y controló los arreones de un Kirilenko con ganas de final europea. Además, el alero ruso se adueñó de los rebotes en ataque ante un flojo Krstic, que sí aprovechó en cambio los despistes en la defensa griega.
Kirilenko y Teodosic se hacen fuertes
A pesar de que los moscovitas se vieron por delante a mediados del tercer cuarto (41-39), los de Obradovic tardaron poco en volver a mandar. La ventaja de diez se quedó en seis, pero los campeones de la última Euroliga seguían mandando. Aún así, el conjunto de Jonas Kazlauskas pudo correr más y encontrar canastas con más facilidad. Además, Teodosic rayaba a su nivel y Shved se convertía en el arma inesperada.
Ya con el último cuarto entrado en minutos la ventaja no existía y cada ataque era vital. Con una falta en ataque y unos pasos, el Panathinaikos desaprovechó dos acercamientos al aro rival. Sin embargo, el CSKA tampoco anduvo fino y no materializó sus ocasiones. Así, un mítico como Jasikevicius (con cuatro Copas de Europa en su haber) rubricó su gran partido, quizá el mejor de la temporada europea, con un triple a falta de dos minutos que ponía el pase a la final en bandeja (60-64).
Sin embargo, sorprendentemente los de Obradovic se quedaron estancados. Los árbitros escogieron no pitar en caso de dudas, Shved recortó distancias, Batiste falló para el CSKA y Teodosic se encargó de sentenciar el pase griego a falta de menos de un minuto (66-64). A pesar de que después desperdició dos tiros libres, a falta de 8 segundos para el final, el Panathinaikos no pudo anotar y se despidió de una Euroliga cuyo título no podrá defender.
FICHA TÉCNICA
CSKA MOSCÚ, 66
PANATHINAIKOS, 64
CSKA MOSCÚ: Teodosic (12), Siskauskas (5), Kirilenko (17), Khryapa (3), Krstic (8) –cinco inicial–; Gordon (2), Kaun (2), Lavrinovic (2), Shved (15), Voronov (-), Vorontsevich (-).
PANATHINAIKOS: Diamantidis (10), Jasikevicius (19), Sato (3), Kaimakoglou (10), Maric (6) –cinco inicial–; Calathes (3), Batiste (11), Logan (2), Perperoglou (-), Tsartsaris (-), Vougioukas (-).
–PARCIALES: 15-29, 17-5, 19-21, 15-9.
ÁRBITROS: Jungebrand (FIN), Martín (ESP), Radovic (CRO). Sin eliminados.
PABELLÓN: Sinan Erdem Arena. 15.262 espectadores.