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La bolsa marca un nuevo mínimo anual y se sitúa en niveles de junio de 2003

EFE | Madrid

La bolsa española ha perdido hoy el 1,33 por ciento afectada por el retroceso de los grandes valores y ha registrado al cierre un nuevo mínimo anual (6.611 puntos), con lo que se sitúa en niveles de junio de 2003.

Con la prima de riesgo en 480 puntos básicos, el principal indicador del mercado español, el IBEX 35, ha perdido 89,20 puntos, el 1,33 por ciento, hasta 6.611,50 puntos, nivel similar al registrado el 5 de junio de 2003. Las pérdidas anuales aumentan hasta el 22,82 por ciento.

En Europa, Londres cayó el 0,6 por ciento; Fráncfort, el 0,23 por ciento; Milán, el 0,21 por ciento, y el índice Euro Stoxx, el 0,15 por ciento. Sólo subió París, el 0,31 por ciento.

La situación griega seguía pesando en la bolsa española en el inicio de la sesión, así como las ventas en el mercado de deuda, con lo que el rendimiento de los bonos a diez años rozaba el 6,5 por ciento y la prima de riesgo superaba los 500 puntos básicos. El euro bajaba de 1,27 dólares.

Con esta presión, el mercado nacional, que también resultaba afectado por la bajada de Wall Street la víspera y de los mercados asiáticos esta madrugada, perdía el nivel de 6.600 puntos poco después de la apertura y marcaba el mínimo anual durante la sesión de 6.536 puntos con una bajada del 2,5 por ciento.

Mientras el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, advertía del “serio riesgo” de que los mercados no presten dinero a España o lo hagan a precios “astronómicos”, y solicitaba a la UE un mensaje “claro y contundente” en defensa del euro y de la solvencia de las deudas soberanas de los países europeos, la bolsa iniciaba su recuperación.

Dos horas después de la apertura, tocaba el nivel de cierre de la víspera y se conocían datos europeos -la inflación bajaba una décima en abril en la zona euro, hasta el 2,6 por ciento, y la balanza comercial arrojaba un superávit en marzo de 8.600 millones-.

Pero la bolsa no conseguía escapar de las pérdidas, a pesar de contar con el apoyo de la canciller alemana, Angela Merkel, que señalaba que no quería que Grecia salga del euro, apoyo que luego ampliaba la Comisión Europea, dispuesta a adoptar medidas para impulsar el crecimiento de la economía helena.

Los datos del paro en el Reino Unido servían para apoyar el descenso de las pérdidas, aunque el Banco de Inglaterra recortaba cuatro décimas el PIB previsto para este año, hasta el 0,8 por ciento.

Después de conocerse que Grecia tendrá nuevas elecciones legislativa el 17 de junio, el mercado nacional abandonaba las pérdidas y la prima de riesgo bajaba a 470 puntos básicos.

El alza del 2,6 por ciento de las casas iniciadas en Estados Unidos el mes pasado, aunque los permisos de construcción cayeron el 7 por ciento, mantenía la subida de la bolsa, que también se apoyaba luego en el crecimiento del 1,1 por ciento de la producción industrial estadounidense.

El final de la sesión estuvo condicionado por las dificultades de Wall Street para consolidar sus ganancias, así como por el cambio de tendencia en el mercado nacional al bajar los grandes valores y caer algunas plazas europeas por el temor a que el Banco Central Europeo deje de financiar a algunos bancos griegos.

Al cierre de la jornada, el petróleo Brent se negociaba a 112 dólares el barril y el euro ligeramente por encima de 1,27 dólares.

Todos los grandes valores bajaron: Banco Santander, el 1,8 por ciento; Repsol, el 1,29 por ciento; Iberdrola, el 0,78 por ciento; BBVA, el 0,41 por ciento, y Telefónica, el 0,28 por ciento.

Bankia lideró las pérdidas del IBEX con un descenso del 11,12 por ciento, en tanto que Bankinter bajó el 4,8 por ciento; Mapfre, el 3,82 por ciento; Red Eléctrica, el 3,32 por ciento, y Sacyr, el 3,1 por ciento.

Sólo subieron tres compañías del IBEX: IAG avanzó el 3,04 por ciento; Banco Popular, el 0,6 por ciento, y Gamesa, el 0,25 por ciento. Repitió cotización Banco Sabadell.

Fersa presidió las pérdidas del mercado continuo con una caída del 18,6 por ciento, en tanto que Reno de Medici comandó las subidas con un alza del 4,27 por ciento.

La rentabilidad de la deuda española a largo plazo bajaba cinco centésimas y se situaba en el 6,27 por ciento antes del cierre, mientras que el rendimiento de los títulos germanos subía dos centésimas, hasta el 1,49 por ciento.

El efectivo negociado se ha situado en 2.503 millones de euros, de los que cerca de 650 fueron intermediados por inversores institucionales.