AGUSTÍN M. GONZÁLEZ | Santa Cruz de Tenerife

Ya no hay excusa que valga. En breve, los ciudadanos de Santa Cruz que no reciclen sus residuos sólidos será sencillamente porque no les apetece, no porque no puedan. El Ayuntamiento capitalino está a punto de completar el sistema integral de recogida selectiva con la incorporación de los dos servicios que faltan: el de recogida de ropa usada y demás residuos textiles y el de aceites vegetales usados.
El concejal delegado de Servicios y Obras Públicas, Dámaso Arteaga, anunció a DIARIO DE AVISOS que en el próximo mes de septiembre se espera que estén ya colocados por toda la ciudad los contenedores específicos para estos dos nuevos servicios. La Junta de Gobierno Municipal ya aprobó el pliego de condiciones de ambos concursos que ahora deberán pasar el trámite de la publicación en el Boletín Oficial a lo largo de los meses de junio y julio.
En estos momentos la empresa Urbaser se encarga en Santa Cruz de los servicios de recogida de basura orgánica, papel y cartón y de envases. La recogida de vidrio la realiza Ecoembes -una fundación del Cabildo tinerfeño-, y de los aparatos eléctricos y electrónicos se encarga la Fundación Canaria Recicla.
Arteaga explicó que en el caso del servicio de recogida de ropa usada y residuos textiles, el Ayuntamiento de Santa Cruz prevé la instalación de contenedores con capacidad mínima de tres metros cúbicos. La concesión del servicio sería por dos años, prorrogables, y el consistorio no recibiría ningún ingreso por esta actividad. Destacó el concejal que en el pliego del concurso se establece una cláusula social que puntuará más alto a todos aquellos que presenten en su proyecto la contratación de personas sin recursos o en riesgo de exclusión social, así como parados de larga duración.

En el caso del servicio de recogida de aceites vegetales usados, el Ayuntamiento trata de fomentar la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente con una retirada específica en contenedores de 50 litros (tipo garrafa), 120 litros y 240 litros de capacidad. Posteriormente, se trasladarán al punto de eliminación o tratamiento autorizado. Los destinatarios de esta medida serán viviendas, dependencias y colegios con servicio de comedor, así como grandes productores de aceites vegetales usados, tales como empresas de restauración y eventos, hoteles, etc. Al igual que en el caso anterior, la concesión del servicio será por dos años, prorrogables, y el consistorio tampoco recibiría ningún ingreso por esta actividad. “Al igual que en el caso de la ropa usada y residuos textiles, el Ayuntamiento -explicó Arteaga- establece una cláusula social en el concurso que otorgará más puntuación a los proyectos que contemplen la contratación de personas sin recursos o en riesgo de exclusión social, y a los parados de larga duración”.

“Con estos dos servicios complementamos el tratamiento de los residuos en Santa Cruz. Evitamos -agregó el concejal- el daño ecológico sobre el medio ambiente y, al mismo tiempo, cumplimos una función social con la contratación de una quincena aproximadamente de personas desempleadas”.

Ciclo integral

“Así pues -concluyó Dámaso Arteaga-, esperamos antes de final de año ponernos a la vanguardia de la recogida, tratamiento y reciclaje de residuos. Incluso, con el convenio ‘Tenerife nuestro hogar’, firmado con el Cabildo, vamos a colocar composteras en las zonas rurales. Pocas ciudades del Archipiélago contarán con un ciclo tan completo como el de Santa Cruz. Lo único que restaría sería incorporar minipuntos de recogida de aparatos eléctricos y electrónicos”. “Lo que ahora necesitamos -añadió- es potenciar la divulgación y la formación de los ciudadanos, para que a su vez aumente su colaboración e implicación en el proceso del reciclaje, porque lo fundamental es la separación en origen de los residuos”, concluyó Arteaga.

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Más contenedores

Santa Cruz contará con 768 nuevos contenedores de distintas características que han supuesto una inversión de 275.000 euros a la concesionaria del servicio. Destacan las 400 unidades de 800 litros de capacidad y fabricadas en polietileno verde, para el que se usa la caña de azúcar como materia primera, lo que reduce el 85% de las emisiones de dióxido de carbono y gases con efecto invernadero. También se han adquirido otros 96 contenedores de 3.200 litros, de carga lateral. De esta partida, 32 unidades serán para basura orgánica, otras 32 a la recogida de papel y cartón y los 32 restantes a la recogida de envases. Para residuos orgánicos habrá otros 32 contenedores nuevos. También se han adquirido 240 contenedores de 120 litros, para la recogida selectiva en los colegios públicos, que han costado 6.804 euros.

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