Lo peor que te puede pasar en la vida es que te caiga la mesa de al lado. Tu estás tranquilo, leyendo un libro, con los periódicos plegados porque aún no estás preparado para ver las calamidades de ayer. Y entonces se sientan al lado tres bloques de a nueve. Tres troncos de col. Tres enterados. Que como siempre hablan a gritos.
La cosa empieza bien, porque se trata del inútil de Ramos. Del dinero que gana ese peludo, el golfo del portugués y el otro guaperas brasileño que fallaron los penalties. Bueno, lo normal. Pero luego pasamos a la macroeconomía. Claro. Al Zapatero ese que arruinó al país. Porque era un mandado de esa alemana que parece una mesa camilla, con cara de mala leche. Porque la que manda es la alemana y el enano francés, no te quepa duda. Esos son los que le dicen ahora al ciezo de la barba, que además es gallego, lo que tiene que hacer. Y mira la presidenta argentina, que esa si que tiene huevos, que los pone a todos en su sitio y ha echado del país a los españoles. Porque eso solo nos pasa a los españoles. Eso se lo hacen a los ingleses y le mandan a la armada y se los pasan por la piedra “como en las Maldivas (?)”. Pero, claro, con los políticos que tenemos ahora qué se puede esperar. Que son todos unos mamones y unos golfos. Y España está podrida por la corrupción.
Esto es la democracia. Si Franco levantara la cabeza. Yo, claro, no soy franquista pero esto con Franco no pasaba. Ese sí que era un gallego con dos pelotas. Y mira como puso al país y a la peseta…
Y entonces te rindes. Cierras el libro. Llamas al camarero, pides la cuenta e inicias la retirada. Y los tres rebenques te echan una mirada despectiva. No sé si porque llevas un libro y piensan que debes ser un poco maricón. Y te vas pensando que lo que has vivido en estos años pasados es una anomalía.
Que España realmente es eso. Tres tipos sobrados, ignorantes, echados palante, de lengua suelta e ideas rotundas, redondas, sin fisuras. Tipos capaces de conquistar un mundo nuevo con una espada y un crucifijo. Capaces de lo mejor y de lo peor. Tipos sin memoria. Que no saben el valor de vivir en un país donde puedes hablar a voces en una mesa insultando a todo el mundo y molestando solo a un idiota.
Twitter @JLBethencourt