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La oposición venezolana pide al Supremo que investigue la salud de Chávez

EUROPA PRESS | Caracas

El partido opositor Voluntad Popular ha solicitado a la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela que conforme una junta médica para que investigue el estado de salud del presidente del país, Hugo Chávez, que padece cáncer, y, si así lo considera, determine su incapacidad física permanente para ejercer el cargo.

El dirigente de Voluntad Popular Rafael Veloz ha explicado que en el caso de que la junta médica, formada por cinco especialistas, considere que el estado de salud de Chávez es grave, debería ordenar el traspaso del poder al vicepresidente, Elías Jaua.

El líder opositor ha apuntado que el objetivo de dicha medida es, “sobre todo”, “que el pueblo venezolano tenga la certeza de lo que está sucediendo con la salud de su presidente”, según informa la cadena Venevisión.

No obstante, también ha señalado que la iniciativa “tiene un fundamento esencialmente patriótico”, ya que permitiría que el líder socialista pueda dedicarse por completo a su recuperación, dejando a un lado las obligaciones presidenciales.

Desde el pasado mes de junio, cuando le fue diagnosticado el cáncer, Chávez, de 57 años de edad, se ha sometido a tres operaciones quirúrgicas y a cuatro ciclos de quimioterapia, y actualmente está recibiendo un tratamiento de radioterapia compuesto por cinco ciclos.

A lo largo de estos meses, el presidente se ha ausentado en numerosas ocasiones de Venezuela para viajar a Cuba, donde ha sido intervenido y donde ha recibido la mayor parte de las sesiones de quimioterapia y de radioterapia. En los últimos meses, sus estancias en La Habana se han hecho más frecuentes y prolongadas.

Durante sus visitas a Cuba, Chávez ha seguido ejerciendo de presidente. Así, se ha servido de las redes sociales, sobre todo Twitter, y de sus ya habituales intervenciones telefónicas en programas de Venezolana de Televisión (VTV) para anunciar nuevas medidas.

Este comportamiento ha desatado las críticas de la oposición, que considera que Chávez podría seguir su tratamiento contra el cáncer en Venezuela y que, si el presidente no se encuentra bien, debería ceder el testigo a Jaua, tal y como marca la Constitución.

En respuesta, Chávez ha negado los rumores sobre el empeoramiento de su salud, ha rehusado dimitir y ha acusado a la oposición de utilizar su enfermedad como un instrumento político para evitar la derrota en las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre.