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La oscuridad y fluorescencia de Glasherz

YOLANDA CONDE GARCÍA | Santa Cruz de Tenerife
Fotos: Omar García

Momento de oro para la música más alternativa en las islas. Eclosión de nuevas promesas en música electrónica. Seguimos la estela de nuestras jóvenes y volcánicas perlas que advierten ponerse a la misma altura de las grandes bandas que inundan festivales tan importantes como el Sónar de Barcelona o el Arenal Sound Festival de Castellón.

Hoy tenemos a GLASHERZ que van a llenar de auténtico sonido El Café Quilombo de la Orotava el próximo 30 de Junio. En estos momentos lo encontramos trabajando de lleno en el estudio preparando su disco debut. Un álbum que pretende ser un collage de diferentes tipos de emociones, ”un viaje que apetece hacer muchas veces”, como ellos mismos exponen. El dúo formado por Moril B y Sergio Torres conforma este vanguardista trabajo musical que nació en el 2010 de forma casi casual y no han parado hasta moldear un pop electrónico con auténtica personalidad. De su amor por el techno pop clásico y de la electrónica más alternativa ha nacido la estructura de una auténtica huella de nombre GLASHERZ.

La voz de Moril B es llevada al clímax de una pasión sentida por el dúo, es el grito de unas almas ácidas y dulces que pasean por parajes llenos de luz y se esconden en cada rincón para explosionar, Sergio se encargará de buscar los sonidos y las bases para ello. Creadores de auténticas melodías envolventes y de temas desgarradores. Todos estirados por sintetizadores, bajos y pianos un efecto penetrante acentuado en los directos.

– ¿Cómo se define GLASHERZ?

”La intención es crear la conjunción de dos sensibilidades análogas de la que surge un universo único.
Nos hacen vibrar las melodías y los sonidos electrónicos del electro pop actual y el techno pop clásico, que son estilos que no predominan en el lugar donde nos hemos criado, así que, el interés por el estilo que adoptamos no podía ser más espontáneo. Debemos señalar que no nos quedamos en la música sino que cruzamos la línea de compartir referencias estéticas y de cultura general”.

– ¿De dónde surgió esa química para uniros?

Sergio: ”Surgió de forma casual pero de alguna manera sentimos que era algo que tenía que suceder. Nos conocimos en una fiesta en la que yo pinchaba y al día siguiente ya estábamos charlando sobre música. Digamos que ambos teníamos la necesidad vital de hacer un proyecto como GLASHERZ y éramos dos piezas de un puzle que estaban destinadas a encontrarse”.

– ¿Qué aporta cada uno de vosotros a GLASHERZ?

Moril: ” De las ideas de cada uno nacen diferentes enfoques, lo cual hace que cada canción evolucione de una manera determinada o incluso se ramifique hacia varios caminos. Unos tránsitos que siempre son enriquecedores para la creación de un tema y lo que es más importante, tratar de alcanzar nuevas emociones. Intentamos participar tanto Sergio como yo por igual en nuestro trabajo, sin escatimar en esfuerzos, que más que esfuerzo es disfrute”.

Sergio: ”Cada uno aporta su personalidad a las ideas del otro. Ambos componemos pero tenemos métodos diferentes. Me gusta definirme como músico electrónico y mis ideas casi siempre surgen de la búsqueda de sonidos. Moril compone de forma más directa, utilizando a veces pianos y guitarras. Digamos que sus composiciones son canciones ya en sí, perfectamente estructuradas. Mis composiciones son instrumentales, dejo toda la parte vocal para que él se exprese y defino mucho los sonidos, bases y ambientes desde el principio. A veces pienso que mis canciones son como un cuerpo sin alma y las de Moril como un alma sin cuerpo. De esta forma me convierto en un doctor Frankestein improvisado y Moril es la chispa vital que da vida a todo. En definitiva, una idea no es considerada Glasherz hasta que ambos no nos expresamos sobre ella”.

– Habláis de crear un paisaje muy personal , ¿cómo lo hacéis para se refleje en vuestra música?

Sergio: ”En lo musical nos gusta el tratamiento del sonido por capas y creamos sonidos partiendo de texturas diferentes. Algunas canciones necesitan arreglos más directos y bailables y otras, texturas más espesas. Hay temas donde los sonidos y la producción en sí son prioritarios y otras donde cedemos toda la importancia a las melodías y voz. Pero para nosotros lo más importante es hacer buenas canciones y centramos todos los esfuerzos en provocar emociones al oyente”.

Moril: ”Desde que se creó la banda intentamos conseguir un sonido propio, perseguimos que nuestra música suene a nosotros mismos. Con crear un paisaje personal no sólo nos referimos a la música sino a la estética y puesta en escena. Abrir una brecha en el espacio-tiempo en la se materializa nuestro universo único y alejado de lo cotidiano presente en la sociedad actual. Se podría decir que es puro escapismo”.

– Inevitables las influencias, ¿Quiénes y cómo lo hacen?

Sergio: ”Estoy muy influenciado por el techno-pop clásico de The Human league, Fad Gadget , Depeche Mode o Yazoo. Digamos que son como mis maestros, los que me hicieron amar la música y la tecnología musical. Pero adoro la música actual y sigo con especial interés todo lo que nos llega desde Suecia, Australia o Canadá. Admiro la simpleza épica de Austra, el electro desbordante de The Presets, la mística detallista de Iamx o el pop oscuro y desgarrador de Light Asylum”.

Moril: ”Mis influencias musicales actuales son el electro pop sueco y el canadiense, el indie y el post punk. Estoy atento a las vanguardias aunque realmente no soy fanático de ninguna corriente en concreto.
Antes de todo esto mi camino musical era guiado no sólo por artistas electrónicos sino también por artistas como Jeff Buckley o PJ Harvey cuyas voces definían y definen emociones muy consistentes y con mucha fuerza. Me influencian los paisajes tanto urbanos como los naturales, la artificialidad, la realidad retorcida, el espacio exterior, la geometría, el misticismo, los destellos y otras tantas cosas más. En la plástica me gusta la distorsión violenta de Francis Bacon, los contornos bruscos y a la vez delicados de Egon Schiele, el prerrafaelismo o el simbolismo. Todas estas cosas que pueden definirte como persona, a la hora de crear cobran un significado muy importante”.

– Vuestra música tiene reminiscencias de finales de los 80`s y 90`s sin dar la espalda al nuevo siglo, como queréis que evolucione GLASHERZ?

Moril: ”Aunque no tenemos un destino marcado hacia donde queremos evolucionar musicalmente, tenemos claro que no pensamos quedarnos quietos. Es como tener dos trajes que te gustan y sólo ponerte uno. No tenemos miedo de aplicar todo lo que nos guste a nuestra música, La música es como vivir. Caminas por el mundo y ves cosas que te gustan y que no te gustan, algunas las adoptas a tu persona y otras las desechas, pero también puede ocurrir que las acojas más adelante porque uno también puede ser imprevisible. Así que partimos de que no hay límites y nuestra evolución si no infinita, al menos trataremos de que sea lo más libre y espontánea”.

Sergio: ”No sabemos nuestra evolución. Es algo que no podemos manejar de forma totalmente consciente. Cuando hicimos Runaway Dreamers jamás hubiéramos pensado que llegaríamos a hacer un tema como Follow the Unicorn o Icarus. Lo que tiene cabida en Glasherz no viene dictado por un interés consciente sino por una necesidad más profunda y difícil de explicar. Vemos nuestra música como una expresión de nosotros mismos y por lo tanto nuestra evolución vendrá ligada a nuestras vivencias e inquietudes”.

– En vuestros directos cuidáis la estética, la pose, ¿qué importancia tiene en vuestro proyecto el lado visual?

Sergio: ”Moril es pura imaginación. Su mente está todo el tiempo creando conceptos visuales y confieso que a veces me es difícil entenderlos todos. El concepto de oscuridad y fluorescencia es algo que nos podría definir perfectamente. Nuestra estética es algo innato en nosotros. No hay nada sobre el escenario que no nos defina como personas y como músicos. Utilizamos luces y objetos luminosos para crear ese contraste que tanto nos gusta. Moril crea su indumentaria y teatraliza algunas canciones para que cobren vida sobre el escenario ”.

Moril: ”La parte visual nos importa tanto como la parte musical. Lo auditivo va ligado a la estética y a su vez a la expresión corporal. Queremos crear mundos, somos las herramientas que los crean pero también nosotros mismos somos esos mundos. En nuestros directos lo que hacemos es invitar a nuestro público a abandonar el mundo real por un momento”.

– Cuál es el lugar físico donde trabajáis habitualmente?

”Trabajamos en Greenland Studios, un magnifico lugar donde se puede trabajar sin prisas y en ambiente amistoso. Carlos Xavier comprende perfectamente nuestras inquietudes musicales y es fácil entenderse con el. Siempre consigue materializar nuestras peticiones. Es un tipo entusiasta y serio en su trabajo que además transmite esas ganas de conseguir siempre el mejor resultado posible ”.

– ¿La escena musical canaria es muy variopinta, ¿cómo valoráis el momento actual?

Moril: ”La escena musical en las islas no podía estar en mejor momento. Muchos grupos han aparecido recientemente con estilos relativamente nuevos o al menos estilos atípicos en las bandas insulares. Nos ilusiona esta inquietud general y esta ambición por llevar proyectos musicales que a primeras podrían no parecer encontrar su público en las islas. Pero cuando te esfuerzas en lo que haces y lo sientes al final hay respuesta aquí y en todas partes. Y bueno, aquí en concreto hacía falta que ocurriera algo así y que siga.”

Sergio: ”Creo que nunca ha habido tantas bandas interesantes paseándose por las salas de nuestras islas. No sé muy bien a qué es debido, pero actualmente la calidad de los proyectos de músicas “alternativas” ha subido muchos peldaños y tenemos muchas bandas tocando en los mejores festivales del país y dando conciertos a nivel internacional. Mounstrobot, Pumuky, El Faro, Miniatura, Gaf, etc, son ejemplos de bandas con gran proyección a cortísimo plazo”.