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La policía rusa ordena desmantelar campamento opositor en el centro de Moscú

EFE | Moscú

La policía rusa conminó hoy a los opositores a que desmantelen el campamento que montaron hace una semana en pleno centro de Moscú antes del mediodía de mañana, miércoles.

Un coronel de la policía se acercó a la acampada opositora en el bulevar Chístie Prudí y leyó a los presentes el fallo emitido hoy por el tribunal Basmanni de la capital rusa que ordenó del desalojo del lugar, según informan las agencias rusas.

“En caso de que no cumplan voluntariamente la decisión judicial se tomarán medidas para el cumplimiento del fallo”, informó una fuente policial a la agencia oficial RIA-Nóvosti.

El tribunal justificó su decisión de “restablecer el orden público y los derechos de los residentes” por las numerosas reclamaciones realizadas por vecinos descontentos con el ruido y los daños que los activistas supuestamente han causado en la zona.

El fallo “ordena a la policía del distrito central de Moscú que tome medidas para poner fin al desorden en el bulevar de Chístie Prudí”, uno de los lugares más concurridos de la capital.

Uno de los líderes de la oposición no parlamentaria, Iliá Yashin, rechazó el ultimátum, aunque matizó que el campamento podría ser trasladado a otro lugar de la ciudad, donde permanecería hasta el 12 de junio, fecha de la próxima protesta antigubernamental.

“Sea cual sea el lugar al que sea trasladado, se quedará. Exigimos diálogo y que las autoridades dejen de ignorarnos y recurrir a la violencia”, dijo.

Varios diputados opositores se han manifestado en contra del desalojo del campamento y han advertido a las fuerzas de orden moscovitas contra el uso de la violencia para dispersar a los opositores, como ocurriera en las protestas del pasado 6 de mayo que acabaron con la detención de casi medio millar de personas.

Mientras, el líder del partido liberal Yábloko, Serguéi Mitrojin, recurrió el fallo, aduciendo que un tribunal no puede privar a un ciudadano del derecho a permanecer y desplazarse por ese bulevar el tiempo que le venga en gana.

Varios miles de personas se congregan diariamente en ese lugar para mostrar su indignación con el presidente Vladímir Putin, que asumió el cargo el pasado 7 de mayo, y varias decenas pernoctan en el mismo césped.

Precisamente, esos “indignados” montaron su campamento el 9 de mayo, coincidiendo con el Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, para evitar ser dispersados por la policía, además de que no celebrar mítines ni portar pancartas de contenido político.

Las autoridades de Moscú estimaron en más de 20 millones de rublos (667.000 dólares) los daños causados por los opositores concentrados a los pies del monumento al poeta kazajo Abai Kunanbáyev.

Los opositores aseguran que las supuestas denuncias de los vecinos han sido fabricadas por las autoridades y, en realidad, han sido efectuadas por personas vinculadas con el partido oficialista Rusia Unida, cuyo líder es Putin.

En el campamento existe un punto de reparto de comida y una improvisada biblioteca, y sus participantes limpian la zona, ofrecen conferencias, conciertos y charlas sobre diferentes temas.

Además, está prohibido el consumo de alcohol, las arengas políticas, los llamamientos a la violencia y el excesivo ruido a partir de las 23:00 hora local.

La prensa local ha comparado el campamento con el movimiento 15M de Madrid, aunque estos jóvenes rusos están descontentos con el sistema político instaurado por Putin, que califican de autoritario.