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Las Cruces > Ignacio González Santiago

Santa Cruz de Tenerife celebró el 3 de mayo su día, el día de la Cruz. Los barrios se volcaron entusiastas una vez más en la confección de las admiradas y tradicionales cruces de flores. Los vecinos pasaron de la crisis por un día y levantaron unas preciosas cruces con originales adornos florales, que sorprendieron a los miles de curiosos que las vieron. Todas las cruces eran hermosas. La Asociación de Vecinos y Cultural El Drago, de Barranco Grande, ganó el primer premio, con una cruz espectacular, los Amigos de Bibiana, el segundo, la Asociación de Vecinos El Monturrio-Duggi, el tercero, la Asociación de Vecinos Los Lavaderos, el cuarto, y la Asociación de Vecinos de Tíncer, el quinto. Por la mañana recorrí las cruces de La Rambla y la de Los Lavaderos, donde su entrañable Presidenta, Marina, me ofreció su ya clásico chocolate casero, junto a otra buena amiga, Olga. Luego me fui a ver las del resto de los barrios, las grandes desconocidas y, sin embargo, las más auténticas, porque son las que elaboran los vecinos personalmente, con muchísimo cariño y poquísimos medios. A parte de las premiadas merecidamente, habían dos muy especiales, la de Miramar, de don Guillermo, y la de Nuevo Obrero, de don Rosendo. La de Miramar, distinta y única, como Chana, su autora, y la de Nuevo Obrero, excepcional, sencilla y elegante, diseñada por Toño. La Presidenta del CCN de Santa Cruz, Hortensia, que es también directora del Distrito, y yo visitamos todas las cruces de Ofra. Nos paramos a admirarlas con los vecinos, el jueves, con mis amigos don Guillermo, Juan Antonio y Chana, en Miramar, mi admirado don Rosendo y los luchadores Rosi y Zupo, en Nuevo Obrero, los inseparables Víctor y Catalina, en Las Retamas, y Albérica y Juan, en César Casariego. Y el viernes, con los Amigos de Bibiana, Jorge, Cuco y Ramón, en Vista Bella, que obtuvieon un merecido segundo premio y que ya son más amigos míos que de ella. Y quiero defender la decisión de Hortensia, que aunque es actualmente la directora del Distrito Ofra-Costa Sur, decidió responsablemente no gastarse en flores este año, con la que está cayendo, los 3.000 euros que cuesta de media una cruz, y dedicarlos en su totalidad a la gente más necesitada de los 24 barrios que integran el Distrito. Hortensia acertó y el resto de los distritos que no lo hicieron se equivocaron. El gasto municipal que suponen las cruces, mal llamadas institucionales, que ni tan siquiera participan en el concurso, no se justifica, cuando las administraciones públicas, obligadas por la crisis económica, nos suben los impuestos y nos reducen los servicios. La gente lo está pasando muy mal y los políticos tenemos que establecer prioridades y no tirar el dinero. Los 12.000 euros que costaron las cruces de los cuatro distritos, menos Ofra-Costa Sur, podían haberse transferido directamente al Instituto Municipal de Atención Social, IMAS, y dedicarlos a Prestaciones Económicas de Atención Social, PEAS, alimenticias, que hubieran dado de comer a 200 familias chicharreras durante un mes. Los vecinos dieron una lección de responsabilidad y amor a las tradiciones de Santa Cruz a los concejales, de todos los partidos, elaborando y financiando ellos mismos las mejores cruces de siempre con menos dinero que nunca. Por cierto, los concejales de la oposición, ni aparecieron, salvo algunos del PP, que se incorporaron repentinamente a la comitiva oficial y posaron ufanos y fugaces ante las cámaras, en la Rambla. Se ve que no les gustan las cruces que hacen los vecinos en los barrios o que solo les interesan cuando hay elecciones.

* Presidente del Centro Canario Nacionalista, CCN, y Diputado en el Parlamento de Canarias. @igonsan