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Las listas de espera para dejar de fumar llegan a casi seis meses en La Candelaria

Para dejar de fumar los estudios coinciden en que lo más eficaz es combinar el tratamiento farmacológico con otro psicológico.| DA

RUBÉN DARÍO GARCÍA LEÓN (EFE) | Santa Cruz de Tenerife

La lista de espera para la primera consulta para dejar de fumar llega casi a los seis meses en la Unidad de Deshabituación Tabáquica del Hospital Universitario de La Candelaria, en Tenerife, dijo a Efe su responsable, Lorenzo Pérez, durante una entrevista con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, el 31 de mayo.

Lorenzo Pérez aseguró que los tratamientos farmacológicos para dejar de fumar son útiles, eficaces, pero no son la panacea, pues ayudan a dejar el hábito y las posibilidades de controlar las manifestaciones del síndrome de abstinencia y reducen la ansiedad.

Pero ningún tratamiento farmacológico enseña a vivir sin tabaco y para hacer ese cambio en las rutinas es preciso contar con ayuda psicológica, comentó Lorenzo Pérez.

El responsable de la Unidad de Deshabituación Tabáquica del Hospital de La Candelaria indicó que muchos fumadores llegan a la consulta buscando el medicamento mágico que de la noche a la mañana los convierta en no fumadores, pero eso no existe.

La demanda de consulta para dejar de fumar ha aumentado durante los últimos años y en la actualidad en el Hospital de La Candelaria la lista de espera llega casi a los seis meses, señaló Lorenzo Pérez, quien añadió que hay unidades de deshabituación en los cuatro grandes hospitales públicos de las islas, así como en varios centros de Atención Primaria.

Un problema “importante” con los tratamientos farmacológicos es que no están financiados por el servicio público de salud y mucha gente no se puede permitir pagarlo, reconoció Lorenzo Pérez.

Este neumólogo explicó que aunque las industrias farmacéuticas han ajustado el precio de los tratamientos para que se parezca mucho a lo que gasta un fumador en tabaco, no es lo mismo hacer un gasto diario de tres euros que abonar de una sola vez 180 euros.

Por eso el precio es muchas veces un problema, declaró Lorenzo Pérez, quien añadió que no sabe con certeza el motivo por el que han aumentado las peticiones para dejar de fumar, pero señaló que muchos de los fumadores reconocen que en la decisión para abandonar el hábito han influido las limitaciones que con la ley hay para fumar en espacios públicos.

El responsable de la Unidad de Deshabituación Tabáquica del Hospital de La Candelaria dijo que para dejar de fumar los estudios coinciden en que lo más eficaz es combinar el tratamiento farmacológico con otro psicológico, pues prácticamente dos tercios de las personas que desean dejar de fumar tienen tal dependencia de la nicotina que precisan de fármacos.

Y el tratamiento farmacológico muchas veces se aplica en dosis y tiempo insuficientes debido a su carestía, lo que contribuye a que fracase.

Lorenzo Pérez señaló que entre sus pacientes hay muchos pensionistas y personas que están en paro, por lo que, agregó, resulta casi imposible que una persona que gana 400 euros al mes destine unos 150 euros para un tratamiento.