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Los volcanes avisan, los terremotos no

Imagen de archivo de los daños de un terremoto en Turquía. | EFE

EFE | Lorca

Los volcanes avisan y los terremotos no, recuerdan los expertos que estudian la geología de eventos extremos en España a partir del rastro que dejan en la corteza terrestre, mucho antes de que existieran registros históricos o instrumentos de medición.

Así lo comenta a EFEverde Miguel Ángel Rodríguez, del equipo del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) cuando está a punto de cumplirse el primer aniversario del terremoto de Lorca y a casi diez meses del surgimiento de un volcán en las aguas de El Hierro.

Los volcanes, señala Rodríguez, se van anunciado poco a poco y se prevén porque dan señales de alerta, pero para los terremotos, que en España se registran casi a diario con muy leve magnitud, es muy difícil estar preparado.

“Podemos saber cómo y dónde se van a producir, pero no predecir cuándo van a suceder”, señala el científico, convencido de que el estudio del Cuaternario, periodo geológico que cubre los últimos 2,6 millones de años, aporta información válida para el futuro.

Hay muy poco registro del pasado histórico y hay trabajo para muchos años, añadió el geólogo, que utiliza además técnicas de la arqueosismología para determinar el efecto de los sismos remotos en el patrimonio histórico arquitectónico.

“Hemos sido capaces de determinar que el daño registrado en algunos de los edificios mas antiguos de Lorca con el último terremoto sigue el mismo patrón que otros que dejaron huella en el pasado”, reveló.

Es como si la nueva sacudida, por repetir la misma dirección de deformación del movimiento, reactivara la antigua lesión estructural de los edificios afectados, dijo el experto.

Esa información indica el comportamiento de un mismo tramo de falla y similar liberación de energía.

Rodríguez precisó a EFEverde que el IGME tiene en marcha, con la colaboración de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, el proyecto “rescateLO”, para restaurar y preparar de cara a futuras contingencias sismológicas los edificios mas emblemáticos de la ciudad.

Todo lo que se aprende, dijo, es para aplicarlo a futuros planes de actuación. No se calcula ni peligrosidad ni riesgo de ocurrencia de terremotos en las fallas estudiadas, como la de Alhama, que afectó a Lorca, y una de las más conocidas, pero sí se puede adelantar qué tan grandes van a ser y de qué forma van a darse.

La recurrencia, un valor que indica la frecuencia con la que ocurren los terremotos, se fundamenta en estudios estadísticos y la naturaleza, aseguró, no se ajusta a los números.

El de Lorca, señaló, a pesar de ser un terremoto de relativa poca magnitud, con 5,1 grados en la escala Richter, dejó efectos de mayor intensidad que la esperada (que se mide en la escala Mercalli), pero la cercanía de la falla y del epicentro a la población la ha convertido en el perfecto laboratorio de pruebas para conocer mejor los efectos del siniestro.

“Los volcanes avisan, los terremotos no”, insistió Rodríguez, quien recordó que hay poco registro del pasado telúrico más remoto y que el terremoto mas importante de Europa, el de Lisboa, con tsunami incluido, ocurrió en 1775, hace solo 237 años.

El peligro existe, aseguró Miguel Ángel Rodríguez, que en sus estudios de paleosismología maneja datos de incidencias geológicas que ocurrieron hace 10.000 años.

La información que recaba el IGME se orienta a mitigar los efectos de unos fenómenos que no se pueden predecir, ni detener ni controlar.