DAVID SANZ | Santa Cruz de La Palma

Mañana el UB La Palma juega un partido decisivo en el play-off de ascenso. La ilusión del conjunto y de la afición está por encima de ese destino trágico que sabe que pese a ganar no pueda subir. Una situación que puede ser todavía peor si el club no consigue cambiar de color los números rojos.

– Un play-off agridulce.

“Sí. En lo deportivo estamos muy bien, incluso recuperamos el tono que teníamos a principio de temporada, pero nos obligan a competir en play-off, porque si no nos bajan tres categorías y ejecutan el aval. Esto tiene un coste que no teníamos previsto e incrementa los problemas económicos del club. A pesar de todo, intentamos disfrutar del momento”.

– Tampoco puede pedir que salgan a perder sus jugadores.

“Ningún deportista sale a la pista a perder y un directivo dejaría de estar moralmente capacitado si se lo pidiera. Lo que tenemos que intentar entre todos es tener el apoyo de los aficionados, patrocinadores privados y públicos para ayudarnos. Al mismo tiempo, lo importante para nosotros es seguir dando buena imagen, porque repercute en la Isla. Tenemos que intentar cerrar el año en lo económico, que está siendo complicado por los recortes de la Administración cuando ya tenemos el presupuesto en ejecución. El futuro del club pasa por cumplir el objetivo de acabar sin déficit la temporada”.

– Eso parece casi imposible.

“Es muy complicado. Ya el Gobierno de Canarias nos ha dicho que nos quiere recortar una subvención que teníamos firmada por convenio. Los pagos del Gobierno están bloqueados. Hemos recibido de nuestro presupuesto solo el 25% de los ingresos. Es decir, casi el 75% de los ingresos, al final del ejercicio económico, el club no los ha recibido. Y eso nos ha metido en una situación de tener deudas con proveedores, con la plantilla y con el cuerpo técnico. Todos los que están en el entorno del club, están siendo conscientes de la situación y saben que la directiva está trabajando con mucho esfuerzo en intentar subsanar la situación cuanto antes y acabar de la mejor manera la temporada”.

– El Cabildo es la única Administración que ha pagado.

“El club ha recibido la subvención del Cabildo y del resto de los patrocinadores privados y eso, junto a las taquillas, es lo que nos ha permitido sobrevivir, además de ingresos pendientes de la temporada pasada que han llegado y han permitido que esto pueda seguir caminando. Lo que también ha sido muy importante para nosotros es el convenio con el Gran Canaria”.

– ¿De qué depende que siga funcionando el convenio?

“Es bueno aclarar que cuando se analiza este convenio, realmente la aportación del Gran Canaria es el coste de sus jugadores. Gran Canaria va a tener el mismo coste porque sus jugadores tienen contratos a largo plazo con el club, independientemente de donde estén. Nosotros eliminamos el coste de esos jugadores, pero el UB La Palma está costeando la competición. Aquí no haces un equipo de LEB por menos de 650.000 euros. Si no existiera el convenio, el Gran Canaria no tiene un ahorro económico, pero se rompería un acuerdo muy importante para el baloncesto de las Islas, que es en lo que tenemos que pensar al final en Canarias, en la salida que estamos dando a los jugadores nuestros que han arrancado con una cantera importante desde nuestras islas. Tanto a nivel nacional como internacional, nos ven como un equipo de formación y un equipo de primer nivel de la ACB, la mejor liga del mundo después de la NBA”.

– ¿Esta situación de formación sería exportable a otros equipos?

“Tanto al UB como al Gran Canaria nos han llamado otros clubes para saber cómo lo estamos haciendo. Este convenio, en La Palma, debería ser extensible al baloncesto profesional. Tenemos que estructurar el baloncesto profesional de manera que aliviemos de costes a la Administración pero podamos seguir manteniendo vivos los proyectos en los municipios y aprovechar estas sinergias con otras islas para después en La Palma crear una estructura para que poco a poco jugadores palmeros vayan llegando. A veces nos preguntamos por qué nos salen jugadores palmeros, porque a lo mejor hay que concentrar el trabajo intenso en jugadores con proyección. El baloncesto profesional no puede ser universal, no puede ser para todos”.

– ¿Hay que ir a por la élite?

“Hay que usar la élite para formar jugadores. No solo el UB debe ser la imagen de La Palma, sino el canalizador de un proyecto único y profesional, se llame como se llame, del baloncesto desde la base. En esa línea hay que hacer un trabajo intensivo con los jugadores que tengan proyección. Si queremos sacar adelante jugadores palmeros, eso se puede hacer extensivo a la Isla. Pero esto no lo puede liderar un club, lo tienen que hacer las administraciones”.

– Despertaría muchos recelos.

“Acabaría con kioscos particulares, personalismo, con muchas cosas de gente que cree que todavía vive en tiempos de bonanza”.

– ¿Cómo ve el futuro del UB?

“Ahora mismo lo veo negro, pero estamos ilusionados en que este proyecto no muera. Intentamos cerrar el año de manera positiva y buscar fórmulas para poder seguir vivos y siendo la imagen fuera de la Isla”.