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“Persiste la discriminación por las personas con alteraciones mentales”

Francisco Rodríguez Pulido, presidente de la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría. / JAVIER GANIVET

INMA MARTOS | Santa Cruz de Tenerife

La Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN) celebrará del 6 al 9 del mes de junio en Adeje, el 25 Congreso de Salud Mental. Este Congreso, que tiene lugar con carácter trianual, cuenta con el patrocinio y el auspicio de la Asociación Mundial de Psiquiatría, la Federación Mundial de Salud Mental y de Salud Mental de Europa. Tres grandes ponencias marcarán el desarrollo de este foro científico: Vida laboral, Desempleo y salud mental y Acciones de Salud Mental Comunitaria: principios y estrategias y Trastornos mentales graves en la infancia y la adolescencia. Francisco Rodríguez Pulido, profesor titular de Psiquiatría de la Universidad de La Laguna (ULL) y presidente de la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría y preside el comité organizador del congreso.

-¿Cuáles son los objetivos principales y las expectativas del congreso?

“Es la primera vez que en Canarias se organiza un Congreso de Salud Mental referente a psiquiatría de adulto, con la AEN que cuenta con una fuerte organización territorial, como la Asociación Canaria (ACN), cercana a los doscientos socios. Este compromiso lo asumió nuestra asociación en el año 2008, al comienzo de la crisis económica, lo que ha supuesto un reto mayor. El objetivo del congreso es facilitar un espacio para el intercambio de experiencias y saberes desde la interdisciplinariedad, favorecer la formación y el aprendizaje, renovar los valores, y tomar compromisos para con las familias, los usuarios, los gestores y los políticos. Los miembros de la AEN y la ACN han estado históricamente comprometidos con el desarrollo del modelo asistencial comunitario como una tecnología para el campo de la salud mental, y van a seguir profundizando en sus desarrollo”.

-¿Sobre qué pilares se organiza la agenda del congreso?

“El lema del congreso es Subjetividad e identidad. Discursos y Contextos. Se abre un espacio para reflexionar desde las experiencias subjetivas, captar la esencia de eso que llamamos enfermar psíquico, sabiendo que la subjetividades se construyen desde el marco de las relaciones, las cogniciones y los afectos. Nos interesa reflexionar desde lo que la persona tiene de sustantivo en esta experiencia singular y humana que es la locura. La locura no como la sin razón sino la locura como parte que conforma la experiencia y la identidad. Y esto puede ocurrir en varios contextos de la vida, donde las personas adquieren su significado. No nos interesa tanto la etiqueta última. Nos interesa una medicina centrada en la persona, no en las enfermedades. Las enfermedades mentales causan importantes pérdidas y cargas a los sistemas económicos, sociales, educativos, penales y judiciales; persisten la estigmatización, la discriminación y la falta de respeto por los derechos humanos y la dignidad de las personas con alteraciones o discapacidades psíquicas, lo cual pone en entredicho valores europeos fundamentales”.

-¿Cuáles son los mayores retos de futuro de la salud mental en Canarias?

“Que los gobiernos de Europa, del Estado español y los gobiernos autonómicos renueven su compromiso con la salud mental como parte del bienestar de las poblaciones y de la cohesión social. Favorecer la salud incide en el desarrollo económico del país. El reto es que la Comisión Europea y la organización ONU hagan efectivas sus estrategias y pactos, exigiendo a los gobiernos nacionales su cumplimiento. La inversión en sanidad no puede seguir valorándose como un gasto sino como un bien para el bienestar de las personas, como sujetos productivos, relacionales y creativos. Hay que pasar a una cultura de cooperación en todos los niveles de la sociedad y entre todos los agentes que tengan algo que decir”.

-La Ley de Dependencia lleva este compromiso implícito…

“Mire usted, la Ley de dependencia podría ser un buen ejemplo de compromiso de política intersectorial y participativa. Pero hay que favorecer una partipación real, no codificada y burocrática y que los procesos vayan en la dirección de establecer una medicina centrada en la persona, no desde la culpabilidad del sujeto, sino desde el compromiso de los servicios públicos.”

-El congreso se celebra simultáneamente con las XV Jornadas de la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría. Uno de los objetivos de este evento científico es la creación del Foro de la Salud Mental, ¿Podría explicar en que consiste?

“Hoy asistimos a una contrarreforma de derechos, adelgazando al estado en sus atribuciones, o a la propia paralización de la Ley de la Dependencia, y una ofensiva ideológica consistente en que la salud, por un lado, es un bien privado, en la cual cada uno tiene que responsabilizarse de su gestión y por otro, que la salud es un bien que se pone en el mercado para su compra y venta. Estos mensajes forman parte de un pensamiento que coincide con la crisis económica. Consideramos que algo hay que hacer, porque hemos visto en estos años, como los mercados, por si mismos, no se autorregulan, y generan mas desigualdad social”.

-Si lo trasladamos al campo de la salud mental, ¿cómo afecta?

Las dificultades que atravesamos, y todo lo que hemos conseguido hasta ahora, hacen que establezcamos unas bases comunes de principios y valores, sobre los Cuáles, pretendemos orientar e influir en las iniciativas gubernamentales en el ámbito de la salud mental y generar un clima que facilite la participación y la gobernanza. Con la Declaración de Tenerife queremos recoger esos principios rectores que fundamentaran una alianza del sector para este periodo crítico y dar una respuesta coherente y unitaria del sector con otras asociaciones o entidades.”

-¿Cómo valora el estado actual de la psiquiatría en nuestro país?

“La asistencia psiquiátrica es nuestro país es muy desigual, en cuanto al grado de desarrollo de los modelos asistenciales de atención, a los recursos humanos disponibles, y con dispositivos asistenciales asimétricos a causa de las diferentes trayectorias históricas que esconde la Reforma Psiquiátrica”.