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Registros turísticos > Salvador García Llanos

Este cúmulo de cifras y porcentajes en el ámbito turístico semeja una enorme plaga de contradicciones que desconcierta, anima y desasosiega a la vez. Lees los datos de la Organización Mundial de Turismo (OMT) y encuentras “un feliz arranque” en los primeros meses del año, con un crecimiento mundial del 5,7% en tasa interanual. Un total de 131 millones de viajes por los 124 del ejercicio anterior. Aumentaron las llegadas a Europa occidental y los países nórdicos en un 6%. El secretario general de la Organización, Taleb Rifai, llega a decir que “en un momento en que las economías europeas buscan sectores que ayuden al crecimiento económico, estos resultados son motivo de esperanza”.

Pero repasas los de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) y surge de inmediato la preocupación: casi ciento cincuenta mil turistas menos llegaron a Canarias el pasado mes de abril, un descenso del 15,9%. Esta reducción, acumulada en lo que va de año, significa que en Canarias se han perdido algo más de ciento catorce mil visitantes, un 3% menos que en el mismo período del año pasado. Todas las islas, según la misma fuente, registraron disminuciones. En Tenerife, concretamente, del 13,7%, pese a la cual suma 1,37 millones de visitantes en el cómputo del primer cuatrimestre.

La valoración de Ricardo Fernández de la Puente, viceconsejero del ramo en el Gobierno de Canarias, es consecuente: el comportamiento de la economía internacional ha primado frente al repunte registrado en abril de 2011 propiciado por los sucesos de Oriente medio y el reclamo de las bonificaciones en las tasas aeroportuarias. Lo que se dice una “coyuntura previsible”.

Y te vas a los registros del Observatorio Canario de Empleo (Obecan), cruzados con los del Instituto Canario de Estadística (Istac), para empezar a confundirse. El Cabildo Insular de Tenerife apunta que el sector turístico generó en la isla, en abril, 5.171 contratos de trabajo, un 0,5% más que el mismo es de 2011. El vicepresidente de la corporación y consejero del ramo, Carlos Alonso, tiene una visión más optimista al señalar que el empuje del sector en la economía y en el mercado laboral insular “queda patente no sólo en la formalización de contratos sino también en la creación de puestos de trabajo”. Se apoya en los números del Istac, que hablan de mil noventa y dos nuevos puestos de trabajo, un crecimiento del 1,5% en el primer trimestre del año. “El sector turístico -expuso el consejero insular- mantiene el mismo dinamismo en la generación de contratos y en la creación de empleo que antes de la crisis”.

Independientemente de que haya datos que no casan, la evolución del sector en lo que resta de año será muy interesante para determinar si las islas siguen siendo un destino competitivo, amenazado en sus captaciones clientelares por factores como las bonificaciones de las tasas. A ver si hay alternativas. Y a ver también si tiene un eficiente desarrollo ese Plan Integral de Turismo puesto en marcha por el Gobierno de la nación porque en su informe de expectativas para el presente año, la firma Deloitte concluye que para tres de cada cuatro ejecutivos consultados, la situación del turismo va empeorar. Quizá en las jornadas que convoca este periódico el próximo jueves podamos contrastar estas apreciaciones.