EFE | Las Palmas de Gran Canaria
El presidente canario, Paulino Rivero, advirtió de que la defensa del interés general y los servicios esenciales está “por encima del disgusto” que causan los ajustes presupuestarios en el sector público y también en el privado.
Tras reunirse con el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, el jefe del Ejecutivo declaró que es “razonable que se esté a disgusto” con la reducción de 800 millones de euros del Estado para Canarias y la consecuente subida de los impuestos y bajada de los salarios de los empleados del Gobierno regional, decidido por el gabinete autonómico de nacionalistas y socialistas.
Rivero precisó que este nuevo ajuste afectará en 550 millones al sector público, siempre a trabajadores que cobran más de 1.000 euros, precisó, y en 250 millones a la sociedad general, por la vía de la subida de impuestos.
El presidente reconoció que “a nadie” le gusta que se reduzca su salario o que se suban impuestos, al tiempo que advirtió de que los niveles de renta de Canarias no permiten acudir a lo privado como alternativa.
El jefe del Ejecutivo dijo que el único objetivo de los ajustes presupuestarios pasa por “garantizar” la cohesión social y la defensa de los servicios públicos.