JOSÉ LUIS CÁMARA – EFE | Santa Cruz de Tenerife
La Consejería de Sanidad del Gobierno canario confirmó el martes a este periódico que mantendrá su compromiso con los sindicatos y destinará parte de lo recaudado con la facturación a terceros a paliar el déficit presupuestario en materia de personal, cifrado en 50 millones de euros.
La Consejería quiere zanjar así las dudas expresadas en DIARIO DE AVISOS por los sindicatos respecto a las sustituciones del personal durante este verano, que según las organizaciones sindicales podría provocar que los hospitales perdieran cerca de un 25% de su plantilla entre julio y noviembre. En este sentido, desde Sanidad dejaron claro que la planificación de la temporada estival se hará “como siempre”, intentando “conciliar el derecho de los trabajadores con la actividad asistencial propia de la época”.
Además, las mismas fuentes explicaron que el acuerdo suscrito en diciembre con los sindicatos contemplaba informar “cada seis meses de los resultados de las liquidaciones obtenidas con la facturación a terceros”, por lo que en las próximas semanas se convocará una reunión con las distintas organizaciones con representación en el sector sanitario del Archipiélago. La propuesta de la Consejería de Sanidad era destinar el 60% de los ingresos que se perciben por la atención a personas extranjeras, de seguros privados y/o accidentes de tráfico al capítulo de personal, una medida que supuestamente permitiría obtener unos ingresos cercanos a los 70 millones de euros.
Pese a la declaración de intenciones de la Consejería, los sindicatos siguen desconfiando de los próximos pasos que dará el departamento que dirige Brígida Mendoza, y exigen la convocatoria de la Mesa Sectorial. Además, tanto el Sindicato de Enfermería (Satse) como el Sindicato Médico (CESM) en Tenerife, alertan de que “si no se cubren las vacaciones y se produce una disminución del personal en los próximos meses, la situación puede llegar a ser caótica”, porque la actual plantilla del Servicio Canario de la Salud (SCS) ya está en “precario”. “La decisión de la Consejería de obligar al personal a coger todos sus días -incluidos los de libre disposición- entre junio y octubre, dejará los centros de salud y hospitales muy mermados, lo que afectará a la calidad asistencial”, agregan en Satse.
Por otro lado, la consejera de Sanidad compareció ayer en comisión parlamentaria a petición del Partido Popular (PP) para informar sobre el nuevo Plan de Salud de Canarias, el último de los cuales caducó en 2008, pero no aclaró cuándo se aprobará porque, según ella, antes hay que adaptar el borrador al decreto de ajustes aprobado por el Gobierno central.
Como publicó este periódico hace un mes, el Plan de Salud de las Islas, previsto en la Ley de ordenación sanitaria de Canarias, es el instrumento estratégico para la planificación y la coordinación de los agentes públicos y privados de la sanidad. El segundo Plan de Salud fue de 2004 a 2008 y el tercero está pendiente desde entonces, dijo la diputada del PP Mercedes Roldós, quien acusó a Brígida Mendoza de tenerlo “guardado en un cajón”, puesto que desde octubre de 2010, cuando la dirigente popular era consejera de Sanidad, quedó concluido el borrador del mismo.
“El PP hizo su trabajo” y han pasado ya dos años y Canarias sigue funcionando sin un plan de salud, denunció Roldós, quien acusó a la consejera de “incumplir la ley” por no haberlo aprobado. Si no siguieron con ese plan que dejó el PP, “deberían haber hecho uno nuevo para tener una directriz planificadora de la política sanitaria”, dijo Roldós, quien acusó de “dejadez e inoperancia” a la consejera.