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Tres agentes de la DEA, también acusados de contratar prostitutas en Colombia

EFE | Washington

Al menos tres funcionarios de la Agencia Estadounidense Antidroga (DEA) de EE.UU. están siendo investigados porque podrían haber contratado los servicios de prostitutas en Colombia durante la Cumbre de las Américas de Cartagena, informó hoy la cadena CNN.

La televisión estadounidense cita como fuentes a varios senadores, quienes han confirmado que el presidente del Comité de Seguridad Nacional de Cámara de Representantes de EE.UU, el republicano Peter King, estaba al corriente de la investigación “desde hace algún tiempo”.

Una de estos senadores, la republicana Susan Collins, emitió hoy un comunicado en el que señala que “es inquietante que podamos estar cubriendo una cultura problemática que se extienda a más de una agencia de seguridad”.

“Ahora conocemos que por lo menos dos agentes de la DEA aparentemente disfrutaron de servicios de masaje por ciudadanas extranjeras en el apartamento de uno de los agentes en Cartagena. La evidencia indica hasta ahora que probablemente no fue un incidente aislado”, agregó Collins.

La DEA, al contrario que el Servicio Secreto, sí cuenta con agentes radicados de manera estable en Colombia.

Este nuevo escándalo se suma al desvelado el pasado abril cuando se filtró a los medios que algunos miembros del Servicio Secreto contrataron prostitutas que fueron llevadas al hotel de Cartagena donde se alojaba el destacamento de seguridad presidencial.

Está previsto que el Comité de Seguridad Nacional del Senado celebre una audiencia pública sobre el escándalo con prostitutas en Colombia este miércoles 23 de mayo con la presencia del director del Servicio Secreto, Mark Sullivan.

En total 12 agentes del Servicio Secreto están siendo investigados por el escándalo, de los que 9 han sido apartados del servicio.

Aunque la prostitución es legal en la ciudad, según la comisión del Congreso que está investigando los hechos, el comportamiento de los agentes viola el código de conducta del Servicio, encargado de la protección del presidente de EE.UU., compromete la seguridad de su misión y daña la imagen del país.