JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
La crisis y los temibles recortes que está llevando aparejados han situado a muchos sectores contra las cuerdas. Uno de los más afectados es el educativo, ya que a las medidas de contención puestas en marcha hace un año por los gobiernos autonómicos, hay que sumarles ahora las acciones que tiene previsto desarrollar el nuevo Ejecutivo del Partido Popular (PP).
Ello ha obligado a instituciones como las universidades a corregir de manera apresurada sus presupuestos para el presente ejercicio, máxime cuando es posible que lleguen más ajustes. En este sentido, como publicó ayer el DIARIO, la Universidad de La Laguna (ULL) ha puesto en marcha un plan operativo de contención del gasto que, entre otras, incluye el cierre de las instalaciones durante los periodos vacacionales.
La medida, que ya se está negociando con los sindicatos y cuenta con el visto bueno del rector, se iniciaría coincidiendo con las vacaciones de Navidad de 2012, y se prolongará al menos un año. Según explicó ayer a este periódico el gerente de la ULL, Justo Artiles, “en las próximas semanas se determinará una planificación consensuada, que posiblemente incluya las navidades de este año, Semana Santa de 2013, agosto y Navidad del próximo año”. La iniciativa, no obstante, no es nueva, ya que desde hace meses se viene aplicando en otras universidades de la Península, y la propia Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Ulpgc) baraja emprender una acción similar.
“Según las primeras estimaciones, el cierre nos permitirá ahorrar entre 350.000 y 400.000 euros”, denotó el gerente de la institución lagunera, que dejó claro que “el objetivo prioritario es que los recortes no afecten al personal ni a los servicios básicos que ofrece la universidad, que es una entidad que tiene un efecto de arrastre en todo su entorno”.
Junto al posible cierre temporal de los centros, la ULL también está estudiando otras medidas, entre las que se incluyen la cofinanciación de reformas de mantenimiento entre centros; servicios centralizados; medidas de eficiencia energética; y acciones de ‘buenas prácticas de uso’ en los centros y departamentos.
“No sólo se está barajando medidas de mayor calado a corto plazo, sino también acciones más sencillas, que tienen un papel de concienciación del personal”, arguyó Justo Artiles.
De igual modo, como adelantó ayer DIARIO DE AVISOS, la Gerencia de la Universidad de La Laguna notificó la semana pasada a todos los centros y departamentos que les retendrá el 25% del crédito de manera provisional, hasta ver cómo evoluciona la crisis y su impacto en el presupuesto de la entidad.
“De esta forma, pensamos que podemos ahorrar entre 700.000 y 800.000 euros en el Capítulo II, lo que se refiere a gastos en bienes y servicios”, recalcó Justo Artiles, que recordó que la elaboración de los presupuestos para el presente ejercicio se basó en unas previsiones de ingresos y gastos determinados, pero a medida que ha avanzado el curso han surgido circunstancias nuevas que obligan a replantear dichas previsiones”.
“Estamos pendientes de la aprobación de un paquete de medidas, a través de un decreto del Gobierno de Canarias, una de las cuales es la subida impositiva del IGIC, cuyo gravamen pasará del 5 al 7%, lo que tendrá una repercusión directa sobre numerosos servicios y aumentará el coste de muchos contratos”, aseveró Artiles.
La retención de crédito del 25% a los centros y departamentos se aplicará preferentemente sobre el dinero destinado a actividades generales, “con la finalidad de afectar lo menos posible a los gastos destinados a actividades docentes prácticas y al mantenimiento de los propios centros y aulas de informática”, concluyó el gerente de la ULL.
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Diecisiete millones de recorte desde 2009
La Universidad de La Laguna (ULL) lleva más de tres años de sucesivas restricciones presupuestarias. De hecho, respecto al pasado ejercicio, la institución académica tuvo que reducir en cinco millones de euros su presupuesto, valorado en 146’3 millones. Esta disminución se añade así a la de los dos años anteriores, lo que suma un total de 17 millones menos desde 2009; es decir, una reducción de más de el 12%.
En concreto, las principales reducciones previstas para este año se centran en los capítulos de infraestructuras y bienes corrientes y servicios, que asumen el 79% del recorte, desglosado en el 59% en inversiones y el 20% en bienes corrientes y servicios.
El único centro de gasto que no ha visto afectado su presupuesto son los colegios mayores y la residencia universitaria. Así, el Rectorado y los vicerrectorados han sufrido una caída de 300.000 euros, los departamentos han soportado un recorte de 229.000 euros y los centros han tenido que reducir sus gastos en 63.200 euros. Por su parte, el Consejo Social, cuya cuantía viene determinada directamente desde el Gobierno canario, ha visto decrecido su presupuesto en 56.000 euros, los institutos universitarios disponen de 6.600 euros menos y otros centros de gastos como biblioteca, comité de empresa, juntas de personal o comisión de doctorado bajan unos 6.000 euros.
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