ROMÁN DELGADO | Santa Cruz de Tenerife
Puede decirse que son paradojas de la vida, seguro que sí. Lo cierto, y quizás lo lamentable, es que Canarias, que tanto pide y casi siempre asegura que tanto necesita de los demás (de las aportaciones de fondos públicos en conceptos de ayudas y subvenciones), también es capaz de no utilizar, o sea, de desaprovechar, lo que sí tiene y ahora por lo menos no gasta de la Unión Europea (UE).
Hay un ejemplo muy claro, nítido y hasta sangrante, sobre todo porque éste afecta al campo local y también porque el medio rural de las Islas y sus actividades productivas agrarias lo están pasando muy mal, difícil, e incluso, como ya se sabe de sobra, lo tienen muy complicado para competir con las ofertas importadas, muchas de ellas con apoyo de subsidios comunitarios.
La competitividad en el mercado interior se ha puesto al rojo vivo por las continuas subidas en los precios de insumos clave para la producción pecuaria, por ejemplo, y también por los efectos dañinos, demoledores, de la sequía sufrida principalmente en el invierno y la primavera pasados. Este es hoy el panorama, la realidad, de la que forman parte las dificultades para financiar el llamado Posei ampliado (el de ayudas de Estado, que deben pagar al 50% España y Canarias), con rebajas de casi el 30% en los pagos hechos con cargo al ejercicio de 2010 y sin dinero disponible para realizar los abonos correspondientes a 2011, ni en los presupuestos autonómicos ni en los de España. Canarias, además, ya falló en el año 2010.
Con este escenario, al que se debe unir el brutal recorte por falta de dinero de las Islas en la cofinanciación de los fondos destinados al apoyo a la inversión agraria y medioambiental, los canalizados a través del Programa de Desarrollo Rural (PDR), Canarias, o sea, el Ejecutivo autonómico, y el Gobierno central parecen que siguen cruzados de brazos e incapaces de modificar el Posei comunitario (el que se financia con fondos del UE al 100%) para poder aprovechar algo más de siete millones de euros que hoy, según el cierre de la campaña de 2011, sobran, no se gastan… Increíble, pero cierto. Y más increíble es si se tiene en cuenta que esa cantidad puede contribuir a abaratar algo más los insumos para la alimentación del ganado productivo a través del Régimen Específico de Abastecimiento (REA), e incluso puede contribuir a mejorar la renta percibida a través de sus producciones por muchos agricultores canarios, por varias vías: el pago más elevado de ayudas por la comercialización de productos locales en el mercado interior o por la exportación de éstos y en concepto de apoyos por superficie cultivada.
Pero, a día de hoy, no se ha hecho nada, y ha habido propuestas firmes y concretas de organizaciones agrarias isleñas para que sea justo lo contrario: para que se activen soluciones y así no perder ni un euro o, si se prefiere, para ingresar todo lo que se da a las Islas, hasta el último céntimo de la ficha máxima garantizada.
Las razones apuntadas han hecho que la formación política Nueva Canarias, la primera que toma una iniciativa en la línea descrita, haya presentado una proposición no de ley (PNL) al pleno del Parlamento para que éste inste al Gobierno autonómico a que, en colaboración con las entidades agrícolas y ganaderas más representativas en las Islas, realice modificaciones en el REA y en el programa comunitario de apoyo a las producciones agrarias (Posei), en su versión exclusiva comunitaria. Se trata de favorecer el desarrollo de las producciones locales, y sobre todo de que se utilice la totalidad de la ficha financiera comunitaria existente hoy, algo que no se hace, pese a la que está cayendo.
La organización política asegura en su argumentación que en la campaña del REA de 2011, de los 68,4 millones de ayudas a la importación que hay disponibles, sólo se gastaron 61,2 millones, es decir, que quedaron 7,2 millones sin utilizar. Este hecho, se sostiene en el documento, “es muy grave por la actual situación que vive el sector agrario isleño, más aún si se tiene en cuenta que el Gobierno de Canarias puede modificar hasta el 20% las cantidades a importar de cada producto del balance anual y también las ayudas que recibe cada mercancía” por unidad de medida. “De manera que se pueden redefinir las cantidades y también las ayudas unitarias para así agotar el total de la ficha financiera, en función de la evolución del balance de aprovisionamiento de cada producto”.
Para Nueva Canarias, las modificaciones que deben plantearse respecto al REA tienen que ir en el sentido de incrementar las ayudas y las cantidades de aquellos bienes que sirven para abaratar los costes de producción de la ganadería local (cereales y forraje), mientras que por otro lado se reduzcan gradualmente las ayudas y/o las cantidades a importar de los bienes alimenticios que suponen una competencia clara a los productos locales. Estos artículos son principalmente los que están en balances de aprovisionamiento relacionados con quesos, carnes congeladas y refrigeradas”. En la PNL de Nueva Canarias también se pide que se desarrollen modificaciones en el Posei y en su modelo de gestión, para lograr la máxima adaptación del apoyo a las necesidades del sector primario isleño.
Y de la sequía, qué
Sobre la sequía, sequía de ideas. Peticiones y más peticiones oficiales, pero nada en concreto. Esto es justo lo que se deduce de la respuesta por escrito que la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias facilitó hace poco al partido Nueva Canarias a cuenta de una pregunta formulada con la intención de acceder a las líneas e iniciativas puestas en marcha por el departamento que dirige Juan Ramón Hernández con el fin de aminorar, frenar o limitar el impacto de la falta de lluvia en las producciones de orígenes vegetal y animal en las Islas. En la respuesta recibida, no se concreta nada de nada, y sólo se habla de lo que pone Canarias de ayuda para el abaratamiento de las primas de los seguros agrarios incluidos en el plan de Enesa, de un listado de peticiones al Ministerio y de un informe poco detallado acerca de las pérdidas ocasionadas, elaborado a partir de datos de los cabildos. Que qué hay de la sequía, sequía. O sea, nada de nada. Tampoco hay nada de las subvenciones convocadas para sufragar los daños agrarios de los temporales. No hay dinero.